El volante chileno se presentó ayer en Boca dispuesto a firmar el contrato y convertirse definitivamente en jugador del conjunto azul y oro, pero los dirigentes prefirieron no cerrar la operación.

El mediocampista del Flamengo y la selección de Chile, Gonzalo Fierro, era el nombre que faltaba confirmar para que Claudio Borghi tuviera el plantel completo para esta nueva temporada que ya está en juego. Es por eso que ayer era el día señalado para que el acuerdo entre el jugador y el club se confirmara, pero luego de tres horas de reunión entre los dirigentes y el jugador, todo se frenó y podría caerse.

Volvamos el tiempo atrás para entender lo que sucedió. El carrilero predilecto de Borghi tenía todo arreglado para llegar al xeneize hasta que en la revisión médica una vieja operación ocular sentenció que su salud corría cierto riesgo a la hora de jugar profesionalmente al fútbol. Debido a esto la dirigencia optó por frenar la negociación y el jugador fue a Mendoza a hacerse un nuevo análisis, más profundo y con un especialista.

Los resultados fueron iguales, por lo que el club no quiso correr el riesgo de pagar los gastos que pueda ocasionar un accidente del volante en un partido oficial. Allí fue donde apareció el grupo asegurador SanCor dispuesto a dar la cara en caso de que algo malo pasara.

Arreglado ese tema, se acordó que el futbolísta fuera ayer a Brandsen 805 para firmar los papeles, y fue ahí donde los dirigentes xeneizes no estuvieron de acuerdo con las garantías de la póliza que cubriría los gastos en caso de una lesión ocular y se decidió suspender todo. ¿Se cerrará?