El plantel de Boca quedó licenciado hasta el 27 de diciembre. Los futbolistas de la Primera División tienen unos días para disfrutar con su familia y, luego de la Navidad, retomarán la segunda parte de una singular pretemporada que está dividida en tres etapas.

Son horas que los jugadores utilizan para estar con los suyos, descansar y, también, terminar de hacer cosas que en plena etapa de competencia o preparación se dificultan. Es el caso de Alan Varela y el gigante tatuaje que se hizo en el hombro derecho.

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En época navideña, el volante apeló a lo más religioso de la fecha y se tatuó a un Jesús gigante que va desde su hombro izquierdo hasta el antebrazo. Abajo: tres cruces de resurrección. Tremendo.