El 31 no para de lucirse.

Las claves del gran rendimiento del arquero tras su llegada. ¡Mirá!

Esteban Andrada no deja de demostrar porqué llegó al Xeneize para ser titular. Desde su debut ante Libertad por Copa Libertadores y esa atajada sobre el final del encuentro, se fue afianzando cada vez más siendo clave en casi todos los partidos que disputó el bicampeón con él bajo los tres palos.

El dueño de la “31” recibió goles pero salvó al equipo en muchísimas más ocasiones por las distintas competencias que disputa. Y ante San Martín, no fue la excepción. Acción que, consecuentemente, ilusiona a todo el hincha de Boca.

Por Copa Argentina tuvo dos grandes tapadas: el mano a mano a Espíndola y el remate de tiro libre que ejecutó Bieler, con una tremenda volada al palo. Además, en cada centro sale con una enorme seguridad y, cuando la defensa falla, muestra rapidez para achicar espacios e incomodar a los delanteros rivales.

En conferencia de prensa, Guillermo volvió a hablar de él: “Está muy bien, respondió bien y nos da seguridad” mientras que finalizado el encuentro, el arquero de 27 años expresó que la idea en conjunto con la defensa es mantener la valla en cero, sacándose un poco los méritos.

Si bien hay que tener en cuenta que el mendocino sólo tiene seis partidos en el arco del club de la Ribera —aunque muchas veces parezca que lleva allí toda la vida—, da la sensación de que su solidez puede salvar al equipo en muchos aspectos que no mejoran. ¿Qué opinan?

Las atajadas ante San Martín: