Los casos de Lucas Merolla y Sergio Barreto dejaron en claro algo que sabíamos hace mucho tiempo: los clubes siempre se quieren salvar con Boca.

Durante el último mercado de pases, el Xeneize entabló negociaciones con Huracán e Independiente, pero no llegó a concretarlas. Ni los de Parque Patricios ni los de Avellaneda aceptaron las ofertas que salieron desde el Único Grande y las rechazaron absolutamente a todas.

El Rojo atraviesa unacomplicada situación económica, mientras que el contrato del jugador del equipo de Parque Patricios se vence a mitad de año. Sin embargo, como si el contexto no importara, los presidentes de ambas instituciones se animaron a chicanear al último campeón argentino.

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Además, ambos cuadros mantienen viejas deudas con Boca: Huracán le debe por Franco Cristaldo, mientras que Independiente todavía no pagó por Pablo Pérez, quien ya ni siquiera viste la camiseta del Diablo. La memoria debería primar por sobre las frases irónicas.

Los comentarios de los hinchas en redes sociales también tuvieron bastante peso y comprobaron la vieja teoría de que es preferible reforzar a tu clásico que rival que a Boca. En definitiva, eso también sirve para explicar la grandeza del equipo que jamás descendió.

Bruno Valdez y Miguel Merentiel son, hasta el momento, las únicas dos caras nuevas que sumó el Consejo de Fútbol en un mercado que podría catalogarse como regular. El defensor y el delantero arribaron desde el exterior, dejando en claro que a varios equipos argentinos les cuesta desprenderse de jugadores si el interesado es Boca.