Boca cayó ante Seattle Sounders por 3-0, en el segundo partido de la gira por Estados Unidos. El conjunto Xeneize jugó mal y pudo haber perdido por una diferencia mayor.

El partido comenzó algo impreciso, ninguno de los dos lograba hacer pie en el campo, aunque el equipo local proponía el juego al ras del piso.

Con el correr de los minutos, Seattle fue el claro dominador, basándose en la velocidad de Steve Zakuani y Sanna Nyassi, dos problemas para la defensa Xeneize.

A los 7 minutos, Roger Levesque le ganó la posición a Ezequiel Muñoz y peinó la pelota a la salida de un córner, pero el remate dio en el travesaño. Era un aviso del delantero estadounidense.

Los dueños de casa utilizaron el remate de media distancia como herramienta para complicar a García: Zakuani,  Nathan Sturgis y Fredy Montero probaron desde afuera pero sus disparos salieron muy cerca de los palos.

Después de tantas llegadas, Seattle se puso en ventaja. Tras un tiro libre de Montero, la pelota dio en el palo, se desvió en García y Levesque sólo tuvo que empujarla.

A Boca se lo vio desorientado, perdido en el mediocampo y con grandes espacios entre las líneas, que estaban muy separadas. La chance más clara para el Xeneize estuvo tras un centro de Ibarra y un cabezazo potente de Viatri, que encontró las manos salvadoras de Kasey Keller, para fortuna de los Sounders.

El segundo tiempo fue una mera continuidad del primero. Apenas comenzado, Brad Evans erró un gol hecho, abajo del arco.

El que no perdonó fue Pat Noonan, que dejó en el camino a Sauro y a Marín, para anotar el segundo, a los 18 minutos del complemento.

Pompei metió cambios pero el equipo siguió sin responder. Se vio a los jugadores fuera del partido, sin tomar el papel protagónico del encuentro. No hubo un generador de juego y coordinar dos pases seguidos fue toda una epopeya.

Como en la primera parte, los locales siguieron probando desde media distancia. Por esa vía, Michael Seamon remató sin marca y le dio a Boca el golpe de gracia al convertir el 3-0 final.

La caída del encuentro ante Los Ángeles Galaxy dejó varios aspectos positivos en cuanto al desempeño del equipo argentino y cierta esperanza de mejoría. Hoy, ni siquiera eso.

El conjunto Xeneize jugó muy mal y la derrota pudo ser más abultada. Careció de todo tipo de ideas, se mostró frágil a la hora de defender y se vio superado en todas las líneas por un equipo bastante modesto.

Sabios los que eligieron la cama y no la televisión. Aquellos que se fueron a dormir seguro que no imaginaron a este pálido Boca, ni en sus peores pesadillas…