Walter Erviti tuvo un debut irregular, aportó un gol importante que permitió por lo menos soñar, pero desde el juego no pudo juntar su magia con la de Román.

Se espera mucho de él, por lo que insitió Julio César Falcioni en traerlo, por la expectativa generada en el verano, porque fue una de las figuras del Banfield campeón en 2009 y por eso se le exige más. Su nivel no fue malo, pero tampoco fue lo que se esperaba y por eso es fundamental que en los próximos partidos puedan explotar la dupla creativa con Juan Román Riquelme para demostrar que la derrota ante Godoy Cruz fue sólo un tropezón.

Su zurda le aportó un par de pases aislados para la velocidad de Pablo Mouche, pero la realidad indica que cuando el Xeneize tuvo las ocasiones de riesgo más importantes los que intervinieron fueron Román, Martín Palermo, a veces Mouche y otras Sebastián Battaglia. El portador de la 11 sólo tuvo una sóla aparición en jugadas de peligro real sobre el arco defendido por Sebastián Torrico y en la efectividad su saldo fue muy positivo, tuvo una y no pifió como el resto de sus compañeros, la mando al fondo de la red.

La próxima fecha, ante Racing en Avellaneda, tendrá descanso obligado por la suspensión por 5 amarillas que no cumplió ante Banfield, por lo que tendrá tiempo hasta el partido con All Boys para prepararse de la mejor manera y demostrar que tiene todo para ser una pieza fundamental en la elaboración del juego boquense.