Al DT Xeneize se le avecinan problemas en vistas al armado del equipo que se parará
en la Bombonera el 13 de febrero. En principio no podría jugar con 15.

El altísimo nivel demostrado por algunos jugadores en los pasados 3 encuentros
preparatorios de verano le van a traer un importante dolor de cabeza a Falcioni. Pero de
esos dolores que todo entrenador quiere tener.

JC ya tendría un equipo en su cabeza, que formaría con García; Calvo, Caruzzo,
Insaurralde, Clemente; Battaglia, Somoza, Ervitti; Riqulme; Mouche y Palermo.

Ahora, en ese “mediocampo ideal” que imagina el técnico, estarían quedando afuera
jugadores como Pochi Chávez o Diego Rivero, por la banda derecha; Pichi Erbes o
Jesús Méndez, en el círculo central; y Damián Escudero o Nico Colazo por la izquierda.

Por lo menos 2 jugadores de jerarquía por puesto.

Todos sabemos que Chávez rinde cada vez que se lo llama, para ser enganche o para
desplegarse por cualquiera de los dos costados.

Rivero, una de las incorporaciones, fue la figura del pasado encuentro frente a San
Lorenzo – con gol incluido – y de los puntos más altos en su debut frente a River.

Cristian Erbes acaba de ser operado, pero demostró en el pasado que ser el 5 de Boca no
le pesa. Cumplió en todas sus presentaciones y en un mes debería estar de vuelta.

Méndez no tuvo continuidad, pero en Rosario no dejó dudas sobre sus destrezas.

Mismo caso el de Escudero. Podría ser titular en cualquier equipo del fútbol argentino
que le de continuidad. Lo demostró en Villarreal, y especialmente en Vélez.

Nico Colazo es chico, es cierto, pero fue el mejor jugador de la corta era Falcioni.
Desequilibrante por izquierda, bien en defensa e implacable en el área rival: Marcó dos
golazos, tercero en Mar del Plata ya que había marcado el primero del empate 3 a 3
frente a San Lorenzo en enero de 2010.

¿Qué hará Falcioni dentro de dos semanas? La respuesta no nos debería preocupar. Con
tanta buena opción, más que un problema de entrenador, es un problema de Emperador.