¿Perro? Ni ahí: a Palermo, el mejor amigo del gol, lo insultaron los hinchas rivales y respondió con el 2-1 que dio vuelta el partido. Boca le ganó a Independiente 3-2 con tantos de Monzón, el Titán y Mouche, que por el festejo se fue expulsado. Abrió la cuenta para el Rojo Piatti y descontó de penal sobre el final Núñez.

El primer tiempo fue parejo en que ambos equipos dejaron claras sus intenciones de ganar el partido y también desnudaron algunas flaquezas defensivas.

La primera gran ocasión fue para Boca: luego de un pase de Nicolás Gaitán, Martín Palermo le pegó mal y Adrián Gabbarini controló.

A los 30 minutos, Lucas Mareque dejó en el camino a Claudio Morel Rodríguez, metió el centro atrás e Ignacio Piatti puso el 1-0 para Independiente. Sin embargo, la justicia llegó al resultado cuando luego de una serie de toques, Luciano Monzón le pegó desde afuera y el arquero no pudo. Era el 1-1 sobre 32.

Boca se mantuvo jugando en campo del rival y cuando iban 38, Palermo le ganó en el salto a Gabbarini que fue muy tibio a buscar y dio vuelta el resultado, callando así las voces que en cierto momento lo trataron de “perro”.

El segundo tiempo encontró al equipo de Roberto Pompei tranquilo con la ventaja y a un Independiente que no tuvo ideas para quebrar al cuadro de la Ribera que se replegó bien atrás y apostó por la contra con la inteligencia de Juan Román Riquelme.

Por alguna pelota parada y con un tiro de Monzón que pegó en el palo Boca estuvo cerca de llegar al tercero, pero el 3-1 no se concretó sino hasta el minuto 43. Pablo Mouche, recientemente ingresado, desbordó por la derecha, enganchó, se acomodó para la zurda y sacó un terrible zapatazo que se metió inatajable para el arquero. Por sacarse la camiseta y por hacer el Topo Gigio ante la tribuna del Rojo se ganó dos amarillas en la misma jugada y se fue expulsado.

Saúl Laverni dio seis minutos de adicionado por la demora luego de la expulsión del delantero azul y oro y por algún canto de la hinchada local que demoró la reanudación. Sobre el segundo minuto recuperado, el árbitro vio una mano intencional de Gary Medel (en realidad lo hizo para taparse la cara, no quiso sacar ventaja). Leonel Núñez descontó y lo que quedó fue dramático.

El juez dejó jugar un minuto más y con lo que tenía el rival buscó igualar. No lo consiguió y así Boca pudo ganar dos veces seguidas por primera vez, además de sumar su primer triunfo fuera de casa en el campeonato en un clásico trascendente y emotivo.