Sobre el final, Boca cayó ante Independiente por 2-1. Silvera y Piatti anotaron para el visitante, mientras que Mouche había descontado para el Xeneize.

Nada de nada. Sin merecerlo, Boca se quedó con las manos vacías en el clásico ante los de Avellaneda. Los dirigidos por el Coco arrancaron dormidos y, por atrás del todo, después de un centro desde la derecha, apareció Andrés Silvera para marcar el primero de Independiente.

Dolido en lo más profundo de su orgullo y apoyado por los hinchas que concurrieron a La Bombonera, el local fue en busca del empate. Las mejores jugadas pasaron por los pies de Nicolás Gaitán, cerebro del equipo a falta de Juan Román Riquelme. Tras un centro del mediapunta, Martín Palermo estrelló un cabezazo en el travesaño y Lucas Viatri tuvo en su derecha la posibilidad de convertir, pero salió desviado. Boca llegaba con peligro al arco de Gabbarini pero erraba en la puntada final. Al descanso, Independiente se fue arriba en el marcador pero con más dudas que certezas a la hora de lo futbolístico.

Cambio obligado en el local para la segunda mitad: Mouche por Viatri lesionado en su rodilla (síndrome meniscal). Sería nada más y nada menos  el número siete el autor de la igualdad para los de la Ribera, tras una asistencia de Gaitán que lo dejó solo ante la portería del rival. Se hacía justicia, Boca era más que Independiente, era el que proponía más y se llevaba su premio. Lejos de conformarse con el empate, el equipo del Coco siguió volcado al ataque. Palermo no pudo hacer su gol y romper su mala racha: tuvo un mano a mano que Gabbarini la desvió de gran forma y varios cabezazos que pasaron por encima del travesaño. Mouche tuvo una clarísima que increíblemente dio en el palo y las brujas aparecían en La Bombonera.

De tanto ir a buscar, Boca dio grandes ventajas en el fondo (más que las que nos tiene acostumbrados en este último año). En dos acciones desafortunadas, el local casi convierte dos goles en contra que, por suerte, no ingresaron en la portería de Abbondanzieri.  Ignacio Piatti y Patricio Rodríguez, dos que ingresaron en el segundo tiempo, aprovecharon su frescura y una y cada una de las contras. El enganche pegó un tiro en el palo y el volante decretó el segundo para los de Avellaneda, tras una gran acción combinada junto con Silvera.

Fue un partido que, en condiciones normales de Palermo, terminaba claramente a favor de Boca pero el goleador no estuvo en su noche. Los dirigidos por Gallego festejaron un agónico triunfo que les permite soñar con la Libertadores 2010. Independiente después de 13 años, volvió a ganar en La Bombonera, desde aquel gol de Francisco Guerrero…

Boca dejó todo y se quedó con las manos vacías. El hincha Xeneize se fue con bronca porque, por primera vez en el torneo, Boca perdió sin merecerlo. Claro está, esto es fútbol y, como dice el refrán, los goles no se merecen, se hacen.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=LctUvMXydOo[/youtube]

Fuente video: www.tucumanalas7.com.ar