A pocas horas de viajar a Turquía, el delantero analiza su salida de Boca. “No me voy por capricho”, afirmó. A pocas horas de su partida, Pablo Mouche se detiene a analizar las razones. Su salida de Boca genera aceptaciones y rechazos. Lo espera el Kayserispor de Turquía, un desconocido, pero él sabe cuál es su objetivo:

“Que el equipo no vaya a jugar competiciones europeas no quiere decir que no vayamos a pelear nada. Y allá se te abren otras puertas, te miran con otros ojos y, si hacés un buen campeonato, puede ser más fácil saltar a otra liga de Europa”.
Y también sabe por qué se va. El delantero cree que es el momento justo para marcharse del club. Su edad, el presente futbolístico personal y el de Boca fueron grandes factores para tomar esta decisión. Así se lo explicó al diario Olé:
No es que me voy por capricho o porque estoy incómodo o descontento. Yo soy hincha de Boca. Pero son momentos que hay que aprovechar. Lo económico tira un poco. Y aunque hubiera sido Rusia o Turquía, es el bienestar familiar. Ya tengo casi 25 años”. “Yo tomé esta posibilidad porque si me quedaba esperando otra cosa y se me caía esto, me podía quedar sin una u otra. Y me iba a agarrar una amargura bárbara. Lo veo como un momento a aprovechar”.
Antes de subirse al avión y dejar el país, Mouche recuerda todo su paso en Boca. Y no solo agradece los títulos. De la gente no se olvida. Por eso, sueña con un regresar:
Entre los lindos recuerdos que me llevo también está la gente. Para ellos sólo hay agradecimiento a todos. Al que me quiso, y al que me criticó y no me quiso, también. Sé que no tengo un temperamento y una personalidad fácil. Pero yo siempre dejé todo. Y espero algún día volver”.
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