Te presentamos al conjunto australiano que será el primer rival de Boca en la gira por Oceanía. Anotá, Bichi.

Melbourne Victory fue fundado en 2004 y desde entonces participa en la máxima competición del país, la A-League. Obtuvo dos ligas (06-07 y 08-09) y fue subcampeón en la última temporada.

Su camiseta es similar a la de Vélez. La titular es toda azul y con una “V” blanca en el pecho y la suplente es igual, pero invirtiendo los colores.

El plantel que dirige Ernie Merrick no se destaca por tener muchas figuras de peso ya que participa en una liga que no es de las más competitivas. Igualmente, se destacan el delantero Archie Thompson, el defensor Kevin Muscat y el volante Carlos Hernández.

El goleador, con pasado en el PSV holandés y el Lierse belga, participó con la selección australiana del Mundial de 2006. A pesar de dicho logro, es recordado por haberle convertido 13 tantos a Samoa Americana, cuando Australia se impuso en un amistoso por 31-0. A nivel nacional, ostenta el título goleador histórico de la A-League, con 49 conquistas. Su presencia en el partido está casi descartada debido a una lesión.

El otro emblema es el capitán Muscat. Con cinco temporadas en el equipo y 101 partidos a cuestas pensó en retirarse, pero finalmente optó por seguir imponiendo su personalidad en el campo de juego. Jugó en el Crystal Palace y en el Wolverhampton inglés y cuenta con 51 partidos en la selección australiana. Es probable que el férreo defensor no juegue ya que acarrea una lesión y no está en su plenitud.

Hernández es un mediocampista costarricense que también aporta lo suyo. En juveniles disputó el Mundial Sub 20 de Argentina 2001, mientras que en mayores acumula 19 partidos, destacándose su presencia en Alemania 2006.

“Pienso que es emocionante tener por aquí a un equipo de la calidad de Boca. Es uno de los equipos más grandes del mundo”, declaró su entrenador Ernie Merrick.

Melbourne Victory tiene más para ganar que para perder. Es un rival de menor jerarquía, es cierto, pero tiene algunas armas para poder lastimar al conjunto argentino.

No faltará niño australiano que la noche previa al partido sueñe con que su equipo derrota a uno de los conjuntos con más copas internacionales en el Mundo. Ojalá que no se haga realidad.