El goleador histórico se lamentó por la floja campaña que realizó Boca y ya puso el ojo en el 2011: “Tenemos que cargar pilas y tratar de mentalizarnos para lo que se viene”.

Martín quería volver a jugar la Copa Libertadores y que el cierre de su carrera sea aún más brillante, pero su deseo no se cumplió. Nuevamente, el conjunto Xeneize tuvo un torneo para el olvido y el “Titán” sólo quiere pensar en lo que se viene:

“Me voy un poco triste por lo que fue el año, por la expectativa que uno tenía para lograr objetivos.”

“Hay que pensar en el próximo, cargar las pilas y tratar que el equipo se mentalice para lo que tenemos que hacer en el 2011 con la llegada de un nuevo técnico.”

También se refirió a la conversión de su gol 300, justo ante el conjunto platense:

“En los dos partidos anteriores tuve dos cabezazos increíbles y no entraron, y en la primera jugada contra Gimnasia se me dio. Cuando las cosas se tienen que dar, se dan. Es el destino.”

Sobre el cierre, contó sus sensaciones sobre el nuevo récord y le dejó un mensaje a todos los Xeneizes:

“Hoy no termina de caer por todo lo que vive, todo lo que pasa, pero uno el día de mañana le dará valor a todo esto, al récord de goles, y quedar en la historia del club más grande del mundo.”

“El hincha de Boca lo disfrutó porque lo estaba esperando, que haya sido este año y no haya que esperar al próximo es lindo. A la gente le voy a estar siempre agradecido. No me alcanzan los 230 goles con esta camiseta para agradecer.”

Ni siquiera los goles le quitan el hambre de gloria. Palermo quiere dar una vuelta más con la azul y oro.