Pasan los años y el logro de ganarle una final Intercontinental al Real Madrid de los Galácticos es cada vez más grande. El correr el tiempo demostró lo difícil que es competir con los grandes europeos. Y más aún, ganarles.

En una charla mano a mano con el canal oficial de Boca y las redes sociales de Boca Predio, Antonio “Chipi” Barijho, protagonista de esa final y de aquel ciclo súper exitoso de la mano de Carlos Bianchi, recordó cuándo comenzó la preparación para la final: “Éramos un equipo de temer. Después de ganar la Copa Libertadores en Brasil, contra Palmeiras, que fue un logro enorme, tuvimos cuatro meses para prepararnos de la mejor manera y entrenamos muy fuerte”, destacó.

Además, dejó en claro que “el grupo estaba preparado para pasar por arriba al Real Madrid y se lo demostró. Ni penales necesitamos, en esa época se decía que Boca definía todo penales por penales. Fue un doble golpe: se le ganó al Madrid en la cancha y se ganó la Intercontinental tan deseada”.

Pero una de las grandes anécdotas de la charla, pasó por el trato que tuvo el banco de suplentes de Boca con el portugués Luis Figo, entonces 10 del Real Madrid y Balón de Oro: “Lo desestabilizamos, le gritamos de todo. Miraba para el banco porque justo jugó del lado nuestro”. Contó. Y detalló: “Le decíamos ‘pesetero, pesetero, cómo cambiaste del Barcelona al Real Madrid. Traidor’. A veces escuchaba, a veces no. La marca de Anibal (Matellán), que ese día se comió la cancha, no le dejó tocar la pelota”.

Luego de la final, Barijho cambió la camiseta con Iker Casillas y Juan Román Riquelme con Luis Figo. Pero el Chipi enftanizó: “No fuimos a cambiar una camiseta, fuimos a ganar una final. Lo jugamos, lo ganamos, y ahí si fuimos a cambiar la camiseta. Pero no fuimos a eso”.