Boca venció 1-0 a Argentinos Juniors con gol de Luis Vázquez y se metió en la final de la Copa Argentina. El Xeneize se medirá en la gran definición con ganador del duelo entre Godoy Cruz de Mendoza y Talleres de Córdoba. Mientras tanto, del lado del Bicho de las Paternal las quejas no tardaron en llegar y los argumentos son cada vez más difíciles de entender.

Todo empezó por la jugada de la polémica: Argentinos marcaba el 1-1 de la mano de un remate cruzado de Nicolás Reniero. Pero el juez Facundo Rodríguez no dudó y rápidamente levantó la bandera, entendiendo que había posición adelantada de Ávalos, quien peinaba la pelota y se la cedía al delantero que anotaba el tanto.

Lo que desató la locura total de Gabriel Milito (quien se fue expulsado) y todo Argentinos Juniors. Finalmente, las repeticiones le dieron la derecha al juez de línea: que acertó en una jugada muy difícil, ya que Reniero no llegaba a desviar la pelota y cuando partió el pase el delantero estaba claramente en offside.

Después del partido, el DT del Bicho que se fue expulsado por su reacción ante el juez Fernando Echenique, continuó con su argumento de que “el gol era válido” y armó una acusación que tuvo un hilo conductor poco claro:

“Nosotros entendemos que el gol era válido. Antes de que Ávalos convierta hay un toque previo que el juez de línea no puede ver. Reniero nos confirmó que tocó la pelota, sí. Nuestra sensación a pesar de estar más lejos del árbitro era esa. Después lo chequeamos y vimos que era así”.

Rápidamente después de hablar del gol anulado (que dijo que convirtió Ávalos cuando en realidad fue de Reniero), el exdefensor central disparó contra Juan Román Riquelme por sus declaraciones en la semana:

“Sabíamos que teníamos que tener cierto cuidado porque sabemos cómo es el fútbol. Los detalles terminan dejándonos afuera. Y después todo lo que rodea al Mundo Boca: ya en la previa diciendo que nosotros habíamos jugado con un día de anticipación y todo ese tipo de cuestiones que en lugar de enaltecer al fútbol argentino lo hace cada vez peor”.

Luego, finalizó hablando que los equipos grandes condicionan el arbitraje, tanto en Argentina como en el mundo. Todo el discurso en poco más de dos minutos:  

“Si una institución como Boca sale a quejarse que nos queda para todos los demás. A nosotros nos cobraron tres penales en contra en tres partidos seguidos y jamás salimos a quejarnos. El partido de hoy era muy importante, pero sabíamos que además de jugar contra Boca estos pequeños detalles nos iban a jugar en contra. Cada vez que sucede algo con los equipos grandes, salen a quejarse cuando suelen salir beneficiados. Pasa en Argentina y pasa en el fútbol mundial: las potencias condicionan a los arbitrajes y eso es una realidad para mí”.