Este jueves, Marcelo Gallardo anunció el fin de su ciclo como director técnico de River. Y para los hinchas de Boca fue inevitable recordar un momento puntual de la historia en la que todo cambió. Y que tiene que ver con la figura de Juan Román Riquelme.

En noviembre de 2019, el entrenador habló de Román en conferencia de prensa. El ídolo de Boca se había referido a la final de Madrid y Gallardo le respondió con ironía. “Román tiene tiempo para comer asado, analizar y hablar de fútbol mientras yo tengo que preparar los partidos que tenemos por delante. Analizar lo que dijo Riquelme de un partido de hace un año… Es un equipo que viene compitiendo hace tiempo y se sostiene”, dijo.

Desde ahí, todo cambió para River y también para Boca. Y se notó en el rendimiento deportivo de ambos equipos y la rivalidad puntual. Por empezar, poco después Riquelme anunció su llegada a la política del Xeneize y a las semanas asumió como vicepresidente tras ganar las elecciones junto a Jorge Amor Ameal.

Pero luego se dio también la histórica derrota del Millonario en la final de la Copa Libertadores ante Flamengo, de una manera insólita. Y, desde que comenzó la gestión de Román en el club, lo deportivo se modificó. En 2020, Boca le ganó la Superliga a River en el tramo final y fue campeón.

Pero en 2021 hubo más: el conjunto azul y oro tuvo dos mano a mano frente a su máximo rival y lo echó en ambas ocasiones. Fue en la Copa de la Liga y en la Copa Argentina. La señal era clara: algo había cambiado y Gallardo sufrió frente a Boca.

Y en 2022 se dio el golpe final. Boca le ganó a River los dos Superclásicos locales, en el Monumental y en La Bombonera, y dejó en claro que la historia de los Superclásicos volvió a la normalidad. Ahora el Xeneize es el mejor equipo del fútbol argentino y puede cerrar el año de la mejor manera. Román, mientras tanto, tiene tiempo para disfrutar de este presente y seguir comiendo asados…