Juan Ramírez llegó a Boca, se puso la azul y oro y ya se dio el lujo de eliminar a River en un partido de eliminación directa. El volante fue el mejor jugador del Xeneize en el cruce de Copa Argentina y ahora le toca –a pesar de que le falte un diente- sonreír y disfrutar de este momento.

Pero Juan no la venía pasando nada bien. Conflictuado con San Lorenzo por cuestiones que solo él, su entorno y el club de Boedo conocen en profundidad, Ramírez hizo fuerza para llegar a Boca y vivió semanas muy difíciles antes de que se concrete su traspaso. Así lo reconoció su hermano Gabriel en diálogo con “¿Cómo te va?”:

“Pasamos dos semanas muy difíciles. De San Lorenzo no voy a hablar, tiene que hablar él. Cuando empezó esto con Boca, lo dejaron aparte a Juan. Entrenando solo. Yo recibí amenazas por Whatsapp y por Twitter. Mi mamá casi se muere de un pico de presión”

Además, destacó:

“Estamos muy contentos y felices por lo de ayer, el fútbol siempre te da revancha y de alguna manera se hizo justicia. El grito de gol de ayer fue un desahogo muy grande para él”

La historia se revirtió y la mamá de Juan y Gabriel, que la pasó muy mal varias semanas, también tuvo un final feliz:

“La camiseta del debut la tiene la mujer de Juan y yo me quedé la de ayer. Mi mamá ayer lloraba de emoción”.