Las atajadas de Javier García fueron claves para que Boca Juniors no sufriera mayores sobresaltos en su victoria ante River Plate.

Su colega Lucchetti ya había demostrado serias intenciones de pelear el puesto tras su buena participación ante Independiente.

García previo al superclásico declaró que el puesto era de él y esto no sólo quedó en palabras, ya que con atajadas ante jugadores como Lanzini, Lamela y Maidana demostró de lo que era capaz.

Tuvo personalidad también para cortar centros, precisión con el pie y aportó mucha seguridad al equipo. Otra cosa positiva fue lograr mantener la valla invicta, algo que en Boca últimamente no se había podido concretar.

Ahora Falcioni deberá determinar cuál de los dos arqueros será el encargado de defender el arco Xeneize, ya que ambos tuvieron un gran rendimiento en los partidos de verano.