Esta semana se reactivó el debate sobre el futuro de La Bombonera. Boca sufrió la clausura de la tercera bandeja sur por problemas en los accesos en el partido ante Atlético Tucumán y ese sector no tuvo hinchas en el duelo frente a Central Córdoba, lo que generó nuevas opiniones sobre lo que tendría que suceder a futuro con el estadio.
Jorge Amor Ameal y su comisión directivasiempre fueron claros: la idea de la ampliación de la cancha solo tiene validez con el proyecto Bombonera 360. Esa fue su propuesta de campaña, que empezará a tomar forma en marzo, cuando hagan la presentación oficial ante la Legislatura Porteña para acceder a la zonificación de las dos manzanas linderas a los palcos.
Rubén Lopresti, uno de los vecinos del barrio, vive sobre la calle Del Valle Iberlucea, la que divide justamente la primera línea de casas con los palcos de Boca. Ese grupo de viviendas tiene a sus vecinos asociados bajo el nombre de “frentistas” y Lopresti es uno de sus referentes.
¿Qué dijo Rubén sobre el tema? ¿Los “frentistas” están dispuestos a vender? “Dijimos que estamos dispuestos a vender desde el día uno, pero el negocio debería ser entre el club y el propietario, y el precio debería ponerlo el titular del inmueble, no puede poner Boca el precio, la condición, la forma de pago”, comentó en el Diario Olé.
De paso, el Lopresti mencionó cuál es el proyecto que más le gusta a ese grupo: “Sin vecinos no hay proyecto que se pueda llevar a cabo, y el único garantizado por mí y los demás vecinos, porque tengo una carpeta firmada, es el Esloveno Plus”.
Otro tema a debatir es cuánto costará cada vivienda. En cuanto a este tema, Lopresti invitó a la reflexión: “Si una persona tiene un dos ambientes, le ofrecemos tres en algún otro lado, y el que tiene un local comercial va a pedir otra cosa. ¿Cuánto vale irse de acá? ¿Cuánto vale mi desarraigo y el de todos los vecinos? Además, la gente se va cansando, porque desde hace años están dando vueltas y se acercan para las elecciones. Pero que se acerquen y podemos empezar a hablar”.
