Boca, con gol de Mouche, empató 1-1 con Vélez. El equipo del Coco jugó un primer tiempo para ilusionarse, no lo definió y lo pagó al final.

Noche fría en La Bombonera. Los accesos colapsados y el clima poco favorecían a la llegada del público local que, sobre la hora, fue llenando las tribunas. “Boca, mi buen amigo, esta campaña volveremo´ a estar contigo…”, sonaba el hit en el instante cuando el equipo de Basile ponía su pie sobre el campo de juego.
Volvió el fútbol y volvió Boca. El comienzo fue desprolijo y, casi sin merecerlo, tras un pifie de Otamendi, Mouche quedó mano a mano ante Montoya y definió sutilmente de zurda y cruzado. A los 3 minutos, el Xeneize se encontraba con este gol que no era uno más: ayudaba a sumar confianza a un joven que debe cubrir el hueco que dejó la ida de Rodrigo Palacio.

Vélez creaba algunas chances pero no con mucho peligro para la valla de Abbondanzieri y Boca iba mostrando los primeros toques de la sociedad Insúa-Riquelme. El equipo local tuvo dos chances clarísimas para ampliar el marcador: una en los pies de Román que pasó muy cerca del poste izquierdo de Montoya y la otra en la cabeza de Battaglia, a la que el palo le negó el segundo grito. La primera etapa pareció estar a merced de Boca, que lamentablemente no pudo plasmar en el marcador esta superioridad.

El segundo tiempo fue totalmente distinto. Vélez salió a buscar el partido, ya no esperó más y mostró ser el equipo campeón del Torneo Clausura. El dominio pasó a los pies de los jugadores de Liniers que, a pesar de la tenencia de balón, no inquietaban al arquero Xeneize. La primera señal, la primera llegada punzante fue un cabezazo de Zapata que el “Pato” sacó al corner con grandes reflejos. A pesar de estar más replegado en sus filas, Boca tuvo varias chances de liquidarlo de contraataque: tiro potente de Rosada (ingresó por Medel) que pasó cerca y un tiro débil de Insúa que tapó Montoya. Y si no lo definís… después lo sufrís. Un mal cambio de frente de Rosada desembocó en el gol de Vélez, que terminó metiendo adentro de su propio arco Paletta, en el afán de rechazar el balón. La noche se cerraba, así como también el resultado del partido. Vélez consiguió un empate de oro, considerando que el gol de visitante vale doble. Boca jugó un primer tiempo muy bueno que da esperanzas a ilusionarse pero no lo remató. Ahora tendrá que ir en búsqueda de la clasificación al José Amalfitani que, para los players del Coco, no es misión imposible ni mucho menos.