Esta tarde fueron velados los restos de Francisco Varallo y varias personalidades estuvieron presentes para saludar por última vez a uno de los más grandes goleadores boquenses.

Cien años nada más y nada menos fueron los que vivió el gran Pancho Varallo. El delantero que jugó en Gimnasia de La Plata y en Boca en la década del 30, fue velado ésta tarde en su La Plata natal y varios jugadores y dirigentes como Julio Grondona, Sebastián Battaglia o quien le robara el titulo de máximo goleador de la historia xeneize en torneos oficiales, Martín Palermo, estuvieron allí para acompañar a la familia y despedir los restos del último sobreviviente del mundial de 1930.

También asistieron los presidentes de Estudiantes, Gimnasia y Boca, Rubén Filipas, Walter Gisande y Jorge Ameal, es que un delantero de tamaña importancia no puede irse así nomás. En Boca disputó 209 partidos y convirtió 180 goles por torneos oficiales. Llegó en 1931 procedente de Gimnasia de La Plata y fue campeón de los torneos del 31, 34 y 35, convirtiendo 27 goles en el primero, 18 en el segundo y 23 en el tercero. Además fue el goleador del campeonato de 1933, del que Boca salió segundo, con 34 tantos.

Por otra parte, Cañoncito formó parte del Seleccionado nacional que llegó a la final del primer mundial de la historia, en 1930, y que perdería la final ante Uruguay por 4 a 2. Finalmente en 1939 debió abandonar el fútbol por una lesión en los meniscos. A la hora de definirse como jugador, él se comparaba con Gabriel Batistuta ya que “pateaba con las dos piernas aunque no cabeceaba muy bien. Mi mejor arma era el pique en los últimos 50 metros de la cancha y sabía llevar la pelota muy cerca del pie”.

Así se apaga la vida de una de las más grandes glorias que ha vestido la camiseta de Boca, sin dudas dejó una huella en el corazón de los hinchas xeneizes.