Daniele De Rossi cumplió su sueño antes de retirarse. El histórico volante italiano pudo jugar en La Bombonera con la camiseta de Boca y, aunque su paso por el club de la Ribera fue corto (tan solo disputó 7 partidos en el Xeneize) se fue con un sentido de pertenencia que durará para toda la vida: Daniele se tatuó “Tano” con los colores azul y amarillo en una de sus piernas.

Hoy integra el cuerpo técnico de Roberto Mancini en la Selección Italiana, que cayó 3-0 ante Argentina en la Finalissima, el partido que enfrento a los campeones de América y Europa.

Luego de la final, al Tano le preguntaron por Boca y dejó una de las definiciones más claras de los últimos tiempos:

“Me alegro siempre de lo lindo que pasa Boca. Parece que hay quilombo, que las cosas van mal, los periódicos dicen que juega mal: sigue ganando, sigue clasificando en la Copa Libertadores. Todo fantasía. Boca es lo más grande que hay”.