En diálogo con Olé, el ‘Pochi’ Chávez se refirió a su rendimiento, a su salida del equipo titular y también opinó del presente del club.

En primer lugar, el mediocampista no pudo demostrar en estas fechas todo lo que el hincha esperaba y él mismo lo sabe:

“Tengo que dejar de ser una promesa. Yo estoy convencido de eso, me quiero quedar acá para triunfar y ganar con Boca”.

Quiero mi lugar y ganar mis cosas como Román y Martín, por eso dejo todo en cada partido”.

Por un lado, se mostró contento por no ser más el reemplazante de Riquelme y por tener la oportunidad de jugar al lado de él:

“Sí, y estoy muy contento por eso, es un sueño”.

“Tengo que dejar de ser un pibe y pensar con quién me gustaría jugar”.

Tengo que mostrar personalidad, salir adelante, hacer jugar bien a ellos y que ellos me hagan jugar bien a mí”.

Sobre el 5-3-1-1, esquema que utilizó Falcioni para juntarlo con Riquelme y Erviti, en el que los tres eran los encargados de crear juego, indicó:

Dio resultado en dos partidos, pero nos falta el juego que todos queremos. Eso, ganando más partidos y con confianza, ya va a venir”.

“Es cómodo jugar con Román y Erviti, somos tres enganches. Y sabemos que la gente quiere fútbol”.

“De los tres, Román vuelve menos y Walter tiene otras características. Soy el que corre y mete, y por eso con Estudiantes se me fue un poco la pierna”.

“Ojalá pueda volver a jugar con ellos para conseguir el fútbol que buscamos”.

Ante la falta de juego, el técnico cambiará a un 3-4-1-2 y al ‘Pochi’ le toca salir, para dejarle su lugar a Mouche, quien acompañará a un solitario Palermo:

Sé que cuando se usa otro esquema y está Román, él es indiscutible y yo tengo chances de salir. Pero no bajo los brazos, me entreno fuerte para tener un lugar y jugar a su lado”.

“Yo sé que el técnico me tiene confianza, además ve en las prácticas que yo me mato”.

“Creo que ante Lanús no jugamos bien y nos tocó perder. Sé que yo no soy el culpable, pero me toca salir y a nadie le gusta. Igual, no me voy a caer”.

En cuanto a su salida del campo de juego ante Lanús, cuando también ingresó Pablo Mouche, pareció enojarle, pero aclaró que ese enojo era con él mismo y no por el cambio:

“Escuché que dijeron eso porque salí con cara de enojado, pero era conmigo, con el equipo, porque estábamos perdiendo después de dos victorias y teníamos la ilusión de haber encontrado el camino”.

“Yo no soy así, y voy a hablar con el técnico porque no quiero que él piense que me fui con mala cara. No me gusta salir, pero es lo que me toca y lo acepto”.

“Tengo que correr y meter. Me entreno bien para eso, aunque sé que me falta jugar más. Por eso entiendo el cambio”.

Por último, se sumó a lista de los que opinan de la larga sequía de goles de Martín Palermo:

“Es una racha mala, pero él salió de muchas feas, ¿no va a salir de ésta?”.

Nosotros nos sentimos culpables, Román también, porque no lo podemos asistir. Hay que ayudarlo para que salga de esto”.

“Yo me siento mal, pero ojalá este domingo meta un gol y Boca gane”.