El Xeneize estrenó a Matías Caruzzo como líbero titular de la defensa, quien a pesar del pésimo rendimiento colectivo, tuvo una correcta actuación. Fue uno de los pocos que se salvaron.

El ex defensor de Argentinos Juniors, Matías Caruzzo, tuvo su debut con la camiseta de Boca y aunque no fue con el resultado esperado, el líbero cumplió. Cortó cuando debió hacerlo, estuvo preciso en los pases y cuando no tenía con quien salir jugando no dudaba en sacarse el problema de encima con un pelotazo en búsqueda de los delanteros.No lo ayudaron para nada los volantes Luciano Monzón y Leandro Marín, que nunca fueron salida.

Seguramente mientras viajaba las más de 12 horas desde Buenos Aires hasta Sydney esperando ansiosamente el momento de salir a la cancha con la premisa de defender los colores azul y amarillo, jamás se le pasó por la cabeza un resultado así y menos ante un rival de este calibre. Sin embargo su rendimiento no tuvo mucho que ver con el resultado porque se mostró bastante seguro.

Es cierto que no jugaba contra nadie y que le convirtieron jugadores desconocidos, pero en ninguno de los goles fue responsable. Es que con este sistema la idea es que los laterales-volantes, Monzón y Marín, se acoplen a la defensa pero esto nunca pasó. En el primer tanto, que llegó por la izquierda, Chris Greenacre recibió sólo y cuando llegó Caruzzo a cortarlo ya había tirado el centro para que su compañero pusiera el 1 a 0. En el segundo el error fue compartido entre Christian Cellay y Javier García.

Con la pelota en los pies fue siempre simple, intentó salir jugando por las bandas pero ante la falta de pase no se complicó y buscó a Lucas Viatri y Pablo Mouche con pelotazos precisos. Seguramente una derrota siempre duele, pero en esta clase de amistosos lo más importante es que el equipo se conozca y que los nuevos vayan agarrando ritmo, y en ese sentido Caruzzo dejó un saldo positivo.