El entrenador de Boca, Claudio Borghi habló en conferencia de prensa y tuvo su primer altercado con la prensa, se mostró molesto por las críticas en tan poco tiempo y por la tapa de Olé.

Alguna vez se tenía que enojar, Claudio Borghi tiene un límite, es humano y lo demostró en la conferencia de prensa en la que hartó de tanto alboroto por dos partidos se quejó, sin perder el respeto, de la forma en que el periodismo trató la visita de los dirigentes.“Sabía que Boca era popular. Pero a veces es una locura: si no vienen los dirigentes, se dice que Borghi está solo. Si vienen, dicen que es para apoyar”, expresó.

El DT Xeneize arrancó la conferencia diciendo: “Es fútbol y ganar es lo más importante. A veces es más importante que jugar bien, ha pasado desde el inicio del fútbol. Por eso hay un campeón y un descenso. Me gusta ganar como a mucha gente. Aunque esto no es un drama ni un problema grande. Boca es noticia, hasta cuando bostezo. Yo bostezo mucho, duermo poco. Y entiendo que sea noticia, especialmente cuando no podés ganar”.

Además comentó: “Sabía que Boca era popular. Pero a veces es una locura: si no vienen los dirigentes, se dice que Borghi está solo. Si vienen, dicen que es para apoyar. El lunes fue feriado, los dirigentes vinieron y estuvieron acá, ni hablamos de fútbol ni de sistemas. Son hinchas de Boca y quieren ganar, me trajeron para eso”.

En cuanto al partido con Racing explicó: “Perdimos y no voy a condenar a nadie por dos partidos. A pesar de que no juegue todo lo bien que pudiese el jugador. Los tiempos varían según el equipo, hay unos con más urgencias que otros. Hay unos que perdés tres partidos y no pasa nada; sé dónde estoy y lo que significa estar acá. Es casi imposible que todos opinen, aún los que no saben de fútbol. Voy a comprar una pizza y el pizzero me da el equipo”.

Finalmente se refirió a la polémica del sistema táctico: “Todo el mundo habla de la línea de tres como si fuera el problema. En la gran mayoría de los partidos se dan cosas diferentes de las que trabajamos o pensamos. El otro día estuvimos sin claridad para llegar al área rival. No tienen la culpa Cellay, Insaurralde, Caruzzo, sino que el problema fue cómo llegar y la calidad de la llegada. No pretendo que Clemente pase 150 veces al ataque y tampoco Jesús (Méndez), sino lo justo y productivo. Ahora el lío es de mitad de cancha hacia delante”.