Jorge Bermúdez fue contundente y muy crítico con la situación que vive el club. PBJ te trae lo mejor.

En épocas malas, cualquier declaración hace ruido, y más aún si las hace una gloria como Jorge Bermúdez, un ganador con la camiseta azul y oro. El colombiano fue contundente: “Con los colores de Boca, con el conjunto de Boca, con la institución de Boca nadie tiene derecho a jugar”, le dijo a Radio América.

Sobre rumores que indicaban que Matías Giménez y Gabriel Paletta se negaron a jugar en la Reserva por no ser tenidos en cuenta por Abel Alves, también fue duro:

En nuestra época ni siquiera habría llegado al técnico esa clase de situación, lo habríamos manejado nosotros. Porque en un plantel profesional como el de Boca Juniors lo primero que tiene que haber es respeto por tu compañero, respeto por tu trabajo y respeto por la institución. A ningún jugador se le hace contrato donde haya una cláusula por la que va a ser titular. Se le hace para participar y para estar atento a pelear las funciones deportivas de la institución.

Y hubo más:

Ni siquiera estoy pensando lo que yo haría porque sería ya hablar de manera muy, muy gruesa acerca de la actitud de estos muchachos. Hay que encasillarlos, ponerlos en el lugar en que deben estar. No están ellos por encima de la institución, nadie está por encima.
Si el técnico necesita que el jugador vaya a la cuarta, a jugar al Parque Sarmiento, tiene que ir. Porque el técnico está buscando lo mejor para cada uno. Si no lo está haciendo, es su conciencia la que va a estar mal. Pero el jugador tiene que cumplir con el compromiso que adquirió en el momento de llegar.
No entiendo cómo puede estar un jugador en el plantel de Boca calculando ‘yo voy pero si juego, voy pero si me tienen en cuenta o yo espero hasta que…’ ¿Qué es eso? Una falta de respeto no con la institución únicamente: con el compañero, con el cuerpo técnico y con el hincha que toda la semana ahorra su dinero para ver al equipo ganar.

Finalmente, sentenció:

Lo único que trae todo esto son problemas de distanciamiento y ahora entiendo por qué la gente se atreve a decir ‘que se vayan todos’. Porque siente que ahí no hay respaldo al sentimiento que lleva en su pecho.

Claro como el agua.