Apenas iban 9 minutos cuando Darío Benedetto soltó el “me desgarré todo” y quedó sentado en el campo de juego del Bosque. Hugo Ibarra lo sacó de inmediato y mandó a Gonzalo “Toro” Morales a la cancha.

La renguera para retirarse al vestuario y para subir al micro fueron claros indicios de que algo no anda bien. El goleador cree que sufrió una lesión muscular que lo dejará afuera de la definición del campeonato, pero todavía resta esperar por los exámenes médicos.

Pipa arribó temprano al predio de Ezeiza para ser examinado por los médicos del club, que luego de revisarle la pierna izquierda decidirán si es necesario hacer una ecografía para tener más certezas.

En diálogo con ESPN, Juan Román Riquelme mostró su real preocupación por la situación de Benedetto, quien depende de un “milagro médico” para jugar la última fecha y la semifinal de la Copa Argentina ante Patronato: “No pensamos en que va a pasar con Ibarra. Ahora pensamos en mañana levantarnos y que Benedetto este bien y pueda jugar el domingo”.