Después de dos años defendiendo la camiseta de Boca, Franco Soldano se despidió de la institución, siendo una de las tantas bajas que se dio en el último mercado de pases. El vínculo del delantero finalizó el 30 de junio y debió regresar a Olympiakos, club dueño de su pase.

A sus 27 años, el atacante tendrá otro nuevo destino ya que en el último día del periodo de transferencias, acordó su llegada a Fuenlabrada, equipo que milita en la Segunda División de España. Al igual que su paso por el “Xeneize”, el ex Unión llega en condición de préstamo por una temporada.

Con varios minutos acumulados en suelo español, el delantero sunchalense brindó su testimonio en un mano a mano con “ESPN F360”. Además de dar sus primeras sensaciones en este nuevo paso en su carrera, rememoró sus vivencias como jugador del club de la Ribera.

Enumerando todos estos recuerdos vividos en Boca, mencionó el aprendizaje y la exigencia misma que lleva un club de esta magnitud:

“Lo aprendí a disfrutar, hay que saber convivir con las cosas que tiene un club tan grande como Boca, tanto en lo bueno como en lo malo. Tal vez fui el blanco de muchas críticas, no sé si justificadas o no. Yo puertas para adentro sé lo que hice bien y lo que hice mal, el análisis ya lo hice y lo hablé con los que tenía que hablar”.

Luego, sumó:

“Aprendí muchísimas cosas deportivas y extradeportivas. Después de jugar en Boca con la presión que tiene un club tan grande, la obligación de ganar todos los partidos, el como manejarse con el periodismo, la gente y tus compañeros, son cosas que para el día de mañana pueden servir para utilizar en otro lugar. Son experiencias que uno fue absorbiendo y trato de inculcarlas y brindarlas a los más chicos para que les sirva”

Bajo la dirección técnica de Miguel Ángel Russo, fue una de las piezas fundamentales para el DT, siendo uno de los inamovibles en el equipo titular. Destacándose con su entrega y el trabajo sucio, la deuda por saldar fue su cuota de gol, dado que en 51 partidos anotó 5 goles. Sobre ello, deslizó:

“Yo ya hice mi balance en Boca, lo hablé muchas veces. Sostengo que en el primer año que estuve, que fue el que ganamos el campeonato contra Gimnasia, en esa disputa con River, Boca no era un equipo al que le faltaba gol. Si bien siempre se me apuntaba como el delantero que no convertía, Carlos ese año hizo once o doce goles, “Toto” Salvio tuvo un gran nivel y volvió a la selección, “Seba” Villa fue otro de los goleadores del equipo. Por ahí la disposición que yo tenía en el campo, hacían que no me luzca pero que sea productivo para el equipo. Sentía que era una oportunidad que no podía desaprovechar, porque estaba a préstamo”.

Dentro de todos sus encuentros, fue el foco de algunas críticas en cuanto a su posición en un Superclásico disputado en el Monumental con Gustavo Alfaro como entrenador y opinó:

“Se va a hablar muchísimo, porque es lo que genera el mundo Boca. En Unión he llegado a jugar de 5 y nadie dijo nada. He cerrado el tema, creo que se habló mucho más del tema de lo que correspondía. La conclusión es que el resultado marca para bien o para mal la decisión del entrenador y lo que el jugador pueda hacer. Si ganábamos era la inteligencia del técnico en ver esa cualidad de un jugador que no es su posición y la capacidad en poder adaptarse a eso. Son cosas que el resultado lo marca”.