Juan Román Riquelme jugó ante Independiente su partido número 300 con la camiseta Xeneize. PBJ hizo un repaso por los encuentros disputados por el diez desde 1996 hasta hoy. Pasá y mirá una nota de colección.

“Cuando le dije que la posibilidad de ir a River era más firme que la de Boca, se puso tan mal que fue como si le hubiera anunciado la muerte de un familiar”, confesó Marcos Franchi, el representante de Riquelme.

Cierto es que el futbolista pudo haber vestido la banda, pero le rogó a su intermediario que lo llevara para el lado de la Ribera. Llegó al Xeneize con 18 años recién cumplidos y su pase costó 800.000 dólares. Tres meses después, tendría su debut con la azul y oro.

10/11/1996. Jamás va a olvidar ese día. Ni él ni la gente de Boca. En el medio de conflictos en el plantel Xeneize, el técnico Carlos Salvador Bilardo apostó por él: Juan Román Riquelme.  “Vos tenés que jugar igual que en las prácticas, aprovechá esta chance”, fueron las palabras del Doctor de cara al encuentro ante Unión.

En la mismísima Bombonera, el pibe debutó ante su gente y pareció no sentir la presión, como si todavía estuviera jugando en “La Carpita”, su club de baby fútbol, con su camiseta número 4. Jugó un gran partido, asistió a Fernando Cáceres en el segundo gol y, según El Gráfico, fue la figura del partido. “Boca gastó 20 palos verdes pero zafó por el pibe Riquelme”, titulaba la revista deportiva , por ese entonces semanal.

Créase o no, allá por el minuto 27 de la segunda etapa, Román se ganó su primera ovación por parte de la gente que coreaba “Ri-queeel-me, Ri-queeel-me” y, con el correr del partido ésta fue aumentando en intensidad.

Dos partidos más tarde, tendría su bautismo en la red, ante Huracán en la goleada por 6-0. Un derechazo tremendo que dio primero en el palo derecho para luego meterse por el sector opuesto del arco defendido por Marcos Gutierrez. En el relato del tanto puede escucharse a Marcelo Araujo nombrándolo como “Juancito Ramón Riquelme”. Imperdible:

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Otra perlita: en la revista Sólo Fútbol del 2/12/1996 (Nº598) le hicieron un reportaje a Román y se lo presenta como Omar Riquelme”.

Con Bilardo y Veira como técnicos, Riquelme deambuló entre el banco de los suplentes y cuando apareció fue como carrilero, tanto por derecha como por izquierda, y con obligaciones de marcar. “Esto no me gusta para nada. No me divierto así. Yo no siento este tipo de fútbol”, aseguraba el oriundo de San Fernando, que usaba en ese entonces la camiseta número 8 Xeneize.

La realidad mostró que cada uno de los entrenadores ya tenía a su enganche: primero fue Diego Maradona y lo siguió su tocayo Latorre. Por ende, hubo que esperar a la llegada de Carlos Bianchi para que Román se convierta en el eje del equipo. Ya lo había dicho Bilardo en 1996: “Al pibe Riquelme todavía le faltan dos años para ser un buen jugador”. Tan confundido no estaba el Doc…

“Es un típico 10, naturalmente dotado. Tiene un manejo de la pelota envidiable, una gran precisión para jugar en corto o en largo, una pegada excelente”, explicó Bianchi, dejando en claro por dónde iba a pasar la conducción del equipo.

El 5 de agosto de 1998 se produce el debut oficial del Virrey, nada más y nada menos que ante Vélez. Primer partido de Román con la número 10, que culminó con derrota por 1-0. Igualmente, claro está, que ese partido no marcó para nada la etapa gloriosa que se venía en Boca.

“Me falta mejorar el cambio de ritmo y llegar un poco más al área rival”, confesaba por ese entonces Riquelme. Así también se lo hizo saber Bianchi en una charla que mantuvieron en la mitad de la cancha del estadio de Godoy Cruz: “Por lo menos tendrías que convertir 6 o 7 goles por torneo”.  Román aseguró que hubo un click en su rendimiento después de escuchar las palabras del técnico. Los rendimientos se vieron en la cancha.

Boca obtuvo a nivel local el Apertura 98 y 00 y el Clausura 99, mientras que en el plano internacional se hizo un club totalmente respetable tras consagrarse Bicampeón de la Copa Libertadores de América (00 y 01) y al vencer por 2-1 al Real Madrid en la Copa Intercontinental del 2000.

En este período no hay que olvidarse de dos hechos: el caño a Mario Yepes, defensor de River, y el bautismo de su festejo del Topo Gigio. Hasta el día de hoy permanecen en la retina de cualquier hincha Xeneize

Durante esta etapa, los rendimientos de Riquelme no dejaron de llamar la atención y atrajeron a los clubes del exterior. Momentos de tensión con el presidente de la institución, Mauricio Macri, sumado al secuestro de su hermano Cristian en abril de 2002, motivaron la salida de Riquelme
con destino al continente europeo. Nada más ni nada menos que el Barcelona de España. Su último partido fue ante Olimpia de Paraguay, por los cuartos de final de la Copa Libertadores.

Antes de partir, el diez dejó un claro mensaje que tranquilizó a los hinchas: “Seguro que voy a volver a Boca”. El tiempo le daría la razón.

Tras su larga estadía en el Viejo Continente y por diferencias con el técnico chileno Manuel Pellegrini, Riquelme abandonó el Villarreal para reincorporarse por seis meses a préstamo a Boca (a ciencia cierta, terminaron siendo cuatro).

Ya curtido después de tanto tiempo en Europa, volvió a jugar con su camiseta Xeneize después

de casi cinco años, regresando el 18 de febrero de 2007, ante Central en La Bombonera. El gran objetivo era la Copa Libertadores, trofeo que el equipo no alzaba desde 2003, y se logró. Con una actuación sobresaliente de Román, Boca llegó a lo más alto de América.

Como decía su contrato, debió volver a Villarreal, pero siguió sin ser tenido en cuenta y se entrenaba sin ni siquiera jugar partidos oficiales. Su regreso definitivo al conjunto Xeneize se daría recién a comienzos de 2008, lubricando un vínculo hasta mediados de 2010.

Boca, dirigido por Carlos Ischia, alcanzó las semifinales de la Copa Libertadores pero fue eliminado por Fluminense. Fue un duro golpe para el equipo, ya que venía realizando una buena labor en la competición.

Su primer título en el regreso fue por la Recopa 08
, ante Arsenal. A pesar de no ser más que dos partidos, el club sumaba una nueva estrella y estiraba la vigencia en los puestos más importantes de América.

En medio de un clima enrarecido dentro del plantel y una pelea del diez con su compañero Julio César Cáceres, Boca logró el Apertura 2008 en un agónico triangular ante San Lorenzo y Tigre, disputado en cancha de Racing. El festejo fue doble porque River, el eterno rival, terminó último en la tabla de posiciones. ¿Qué más podías pedir, Román?

Diversas lesiones lo marginaron en reiteradas ocasiones de las canchas y tuvo un 2009 para el olvido. Esa opaca temporada se veía aún más opaca si se comparaba con la gran labor realizada en el año anterior.

Desde siempre generó polémica en el periodismo, quizás molesto por su forma de ser ante las

cámaras o tal vez por su forma particular para jugar. Parecería ser que no hay grises, hay quienes lo adoran y lo endiosan y otros que lo llevan al peor de los infiernos. Se preocupan por su vida privada, amiguismos y enemistades con sus compañeros, casi siempre dejando en segundo plano lo que ocurre en la cancha. Él solamente juega al fútbol, se divierte y es feliz.

Se enfrentó con Maradona, se puso de la vereda de enfrente del máximo referente deportivo argentino y la gente de Boca lo eligió y lo ovacionó cuantas veces pudo para demostrarle todo el cariño. La mejor muestra, el último clásico ante River en La Bombonera. Sufrió un “apriete” de la Barra y contó con el apoyo del hincha Xeneize. Es uno de los ídolos del club, sin lugar a dudas.

Poco a poco está volviendo a tener esa continuidad anterior a los infortunios vividos, siempre con su característica forma de jugar. En este torneo acumula 8 asistencias y 2 goles. “No es rápido de traslación, pero tiene la astucia de hacer pasar de largo a los veloces y la inteligencia de no medir la velocidad con nadie”, expresó alguna vez Jorge Valdano, campeón del mundo con Argentina en 1986 y actual director general del Real Madrid.

Pasaron 300 partidos, 71 goles y quién sabe cuántas asistencias (deben estar cerca del centenar), pero el sello Riquelme se vio desde aquel lejano debut ante Unión y, a lo largo de los años, se mantuvo intacto. Pelota pegada al pie y al ras del piso, siempre acariciándola con la suela y con sus pases entre líneas a la orden del día. Dueño de una inteligencia suprema y una visión envidiable de la cancha como pocos tienen el lujo de tener.

“Sé que no puedo conformar a todos y siempre va a haber alguno al que no le guste mi manera de jugar. Pero yo no la voy a cambiar”.

Gracias por tanto fútbol, Román.

ESTADÍSTICAS (al 03/05/10):

PJ: 300 (PG: 164 PE: 76 PP: 60) Goles: 71

Hasta el momento, sólo 18 jugadores estuvieron presentes en 300 partidos o más con la camiseta de Boca. Aquí, el detalle:

426 Roberto Mouzo

417 Hugo Gatti

406 Silvio Marzolini

400 Carlos Navarro Montoya

382 Antonio Rattín

379 Ernesto Lazzatti

377 Rubén Suñé

365 Natalio Pescia

364 Martín Palermo

345 Roberto Abbondanzieri

335 Pedro Arico Suárez

332 Antonio Roma

330 Jorge Benítez

322 Hugo Ibarra

305 Roberto Cherro

302 Roberto Rogel

300 Guillermo Barros Schelotto

300 Juan Román Riquelme

Fuentes:

Estadísticas: http://historiadeboca.com.ar/

Videos: http://bocavideos.blogspot.com/