Tras la victoria de ayer, hace ya más de 6 años que Quilmes no consigue ganarle al Xeneize. La última derrota data de la decimoquinta fecha del Torneo Clausura 2004.

El equipo que lleva adelante, literalmente, Roberto Pompei, consiguió estirar la ventaja en el historial frente al Quilmes Athletic Club.

En una noche que parecía una más, intrascendente en los papeles, Boca demostró que con orden en el fondo y posesión de pelota difícilmente puedan volver a quitarle puntos de La Bombonera.

Y no fue una noche más. Principalmente porque el equipo demostró una intención  de juego sin dejarse llevar por el lógico apuro que transmite el hincha que acompaña domingo tras domingo sin ver retribuida su constancia.

Así, Boca consiguió un resultado importante para el futuro, pero también para el pasado.

La última derrota frente a Quilmes había sido, de visitante, en mayo de 2004, por la decimoquinta fecha del Torneo Clausura de 2004, cayendo por 2 tantos contra 0.

Desde aquel día hasta antes de comenzado el encuentro, Boca venía cosechando cinco triunfos y sólo un empate frente a los de la cerveza, aquel por el Clausura 2005.

En Brandsen 805, el último enfrentamiento había terminado con victoria por 3 a 1, con 2 goles de Martín Palermo y uno de Rodrigo Palacio, habiendo descontando para el Cervecero un viejo conocedor de aquel estadio, claro, Sebastián Rusculleda.

La última vez que se habían visto las caras había sido en el estadio Centenario, también con victoria, y otra vez con Rodrigo Palacio convirtiendo con la camiseta Xeneize. El otro que había marcado había sido un personaje que anduvo visitando a sus ex compañeros por estos días -y cómo se lo extraña- Jesús Dátolo.

Con los 3 puntos conseguidos anoche, el equipo de la Ribera de la Ciudad de Buenos Aires estiró a 35 las victorias frente al de la Ribera del Gran Buenos Aires, quien sólo lo logró en 8 oportunidades. 17 empates cierran los números del total de 60 partidos oficiales entre estas 2 históricas instituciones.