Al volante chileno no le aceptaron la póliza que aseguraba su salud visual y Boca le pidió una prórroga a la AFA para resolver la situación. Hubo sondeos por Álvaro Ormeño.

Al final, parece ser que el tema de pases y renovaciones va a quedar marcado a fuego en la memoria de Claudio Borghi: si bien Juan Román Riquelme ya está en la carpeta del técnico de cara al torneo Apertura que acaba de comenzar, el nombre que, aparentemente, el Bichi tendría que comenzar a borrar es el del volante chileno que él explícitamente había pedido, Gonzalo Fierro.

Sucede que, como se detalló esta tarde, la dirigencia no quedó conforme con la póliza de seguro que presentó el jugador al momento de sellar el contrato, condición determinante para la firma del mismo. Pese a los estudios anteriores realizados por Fierro en este país (que tuvieron un diagnóstico positivo), es evidente que un posible problema futuro en la salud visual del volante es el temor que llevó a la cúpula boquense a dar marcha atrás con la decisión de incorporar al chileno al mundo Boca.

“Lo de Fierro está complicado porque no estamos consiguiendo compañía que asegure el riesgo civil”, fueron las palabras de Jorge Amor Ameal, presidente del club Xeneize, quien a su vez declaró que la Aseguradora de Riesgos del Trabajo no puede resolver todos los temas que involucran esta situación. Por otra parte, en relación al estado anímico del futbolista, entre tantos idas y vueltas, Ameal expresó: “ayer hablé con él y le dije que nosotros privilegiamos lo humano por sobre lo económico. Lo entendió, aunque con dolor”.

Pero, una vez más y aunque se procure seguir buscando una solución, el problema aquí es el tiempo, porque en pocas horas (una vez finalizado el jueves) cerrará el Libro de Pases del actual torneo y, de este modo, vencerá el plazo otorgado a los clubes para la inscripción de nuevos futbolistas. La solución temporal que encontró Boca fue, ni más ni menos, que una petición a la AFA, con el fin de que le permita al club de La Ribera contar con una prórroga para poder evaluar con mayor detalle la póliza y la situación del futbolista trasandino.

De cualquier modo, y mientras la casa madre del fútbol nacional resuelve su respuesta, otro chileno aparece en la carpeta de Borghi, como un posible sustituto, en caso de que la situación de Fierro no pueda solucionarse y en caso de que el club Xeneize pueda contar con un mayor plazo de resolución. Álvaro Ormeño, de buenas temporadas en Gimnasia, es quien podría estar en tratativas, aunque él mismo declaró que, de no llegar a Boca, se volvería a Chile para continuar su carrera en su país.

Y la situación de Ormeño, el ‘segundo’ en discordia, tampoco parece quererse resolver fácilmente, ya que el club platense exigiría un resarcimiento económico que el club boquense no había tenido en cuenta para la llegada del lateral. Boca tendría que desembolsar 200 mil dólares por el chileno, ya que se encuentra en un conflicto con Gimnasia, cuando sólo pensaba hacerse cargo de la prima y el sueldo.

Espera Fierro, espera Ormeño y espera Boca… Porque la novela de los pases, todavía, no se terminó para el conjunto Xeneize.