Los dirigentes se pusieron de acuerdo con Independiente por el préstamo de Leandro Gracián
y dejarán al jugador un año más en Avellaneda.

La novela por el pase del jugador comenzó cuando Boca necesitaba un arquero y se ofreció hacer un “canje de préstamos” con Hilario Navarro. Borghi aclaró que no le interesaba Navarro y que consideraba a Gracián “una buena opción” para reemplazar a Riquelme mientras se recupera de su lesión.

La dirigencia de Independiente intentó llevar las negociaciones de canje hacia Gioda, pero no convenció del todo y se decidió que si el defensor finalmente se viste de azul y oro sea por una operación separada.

El último jugador apuntado por Boca fue Ismael Sosa. Al principio se pensó en una triangulación con Argentinos por el pase de Caruzzo, pero finalmente se ofertó para contar con el delantero que salió campeón con Borghi en el xeneize. El rojo rechazó esa oferta ya que tiene prácticamente vendido al jugador al fútbol turco.

Después de tantas idas y vueltas, Independiente decidió pagar por el préstamo de Gracián y Boca aceptó. Mucho tuvo que ver con que el jugador tenía que entrenar con el “Tito” Pompei y no con el resto del plantel en Pilar. No estaba en los planes contar con él para el nuevo Boca.