El equipo de Alfaro no pudo en la ida y ahora está obligado en La Bombonera. Analizamos los tres puntos flojos.


El resultado fue malo pero también el juego. Boca no hizo pie en el Monumental y cayó por 2-0. La serie se complicó para el equipo de Alfaro y analizamos las tres grandes falencias del conjunto azul y oro en la ida de las semifinales de la Copa Libertadores.

Un mediocampo partido. En la primera parte, el plan pareció salir bien porque River estuvo impreciso. En el complemento, sobre todo luego del ingreso de Tevez por Soldano, se desnudaron todas las falencias. Marcone y Capaldo perdieron sus duelos, Reynoso no aportó y lo de Mac Allister fue bueno solo de a ratos. Sobre el final se vieron superados.

Por las bandas, River lastimó. Mas quedó expuesto, no solo por el penal. Por su banda, el rival generó peligro y así llegó el segundo gol. Weigandt fue superado. Esto expone al resto: no hubo retroceso defensivo.

No hubo peso ofensivo. Wanchope perdió el duelo con los centrales (solo pudo ganarlo en la jugada que terminó en el fallo de Capaldo) y Soldano jugó de volante por la derecha. Tevez ingresó y cumplió pero el debe está en lo colectivo: el equipo no pudo generar jugadas asociadas. Mac Allister pareció solo y Reynoso no apareció. Salvio ingresó con chispa pero tuvo pocos minutos. El final pareció una acumulación de nombres cuando lo necesario era crear juego.

Lo positivo. Andrada volvió a salvar a Boca y se consolida como la gran figura del equipo. Izquierdoz tuvo buenas intervenciones y también López, aunque casi se va expulsado. Salvio es la gran esperanza para la vuelta.