Por tercera vez consecutiva Boca consiguió que no le convirtieran. Planeta Boca Juniors analizó el rendimiento de Agustín Orion, como en cada partido.

A una semana del Súperclásico y con la esperada dupla Riquelme-Gago, el partido contra Quilmes fue muy esperado e importante para todos los jugadores e hinchas Xeneizes. A diferencia de otros encuentros, el conjunto azul y oro consiguió mucho dominio del balón lo cual hizo que Agustín Orion sea casi un espectador más.

Sin grandes destellos, el uno solo participó controlando remates con mucha seguridad como es habitual. No fueron muchos, pero algunos generaron peligro y el arquero siempre estuvo a la altura de las circunstancias.

No pasaron por el área centros aéreos, que es uno de los puntos altos de Orion. Al no haber, no demostró demasiado movimiento dentro de su rectángulo.

Su defecto fue el juego con los pies, a veces no le entró bien al balón y lo dejó corto mientras que en otras ocasiones los pelotazos no fueron precisos. La defensa lo ayudó bien.

Lo más importante fue conseguir la valla invicta por tercera vez consecutiva luego de que a Boca le convirtieran en masa. El arquero va recuperando mucha confianza y se la brinda a sus compañeros y al hincha.

En síntesis: Poco trabajo, un espectador más. Estuvo muy correcto a la hora de controlar disparos de los jugadores de Quilmes.