A pesar del mal resultado, rendimiento general y posición en todas las tablas, el pueblo bostero está felí. Claro, volvió la magia de JR, y en el patio de su casa.

La insólita derrota del equipo de Borghi en una Bombonera repleta, en una noche que, por el marco, parecía más una semifinal de Copa Libertadores que un partido intrascendente por un torneo local ya perdido, no le quitó la alegría al hincha de volver a ver esa camiseta N° 10 completa, a su eterno dueño disfrutando tanto como estos de su talento intacto.

Así como Román, el pueblo de carnaval está felí.

Esta historia había comenzado casi 14 años atrás, un 10 de noviembre del año 1996, día que el Dr. Carlos Salvador Bilardo ponía en cancha, como titular, a un joven que él había sugerido para importar de las inferiores de, precisamente, Argentinos Jrs.

Aquel encuentro enfrentaba a Boca Juniors con Unión de Santa Fe, en La Bombonera. Con goles de Hugo Romeo Guerra y de Fernando Cáceres, previa asistencia de Riquelme, Boca vencía por 2 a 0, por la 12da fecha del Torneo Apertura de aquel año.

Román, o Juan Ramón como lo llamaban algunos relatores, había sido la gran figura del partido, y algunos medios habían destacado en sus crónicas que se habían gastado millones para reforzar al plantel en búsqueda del ansiado título, pero el que finalmente lo había salvado había sido un chico de 18 años.

Casi 14 años después, el 6 de noviembre de 2010, y en el día de su regreso post lesión, volvió a ser la gran figura de este Boca que, al igual que aquel de 1996, necesita un título más que el agua.

Quizás el que viene, de la mano del Rey.