El Xeneize le pondrá el pecho a una situación complicada y los juveniles se jugarán más que un partido. Ya lo dice el himno: Boca nunca teme luchar.

Boca se prepara para una de sus noches más atípicas, deportivamente hablando, de los últimos años. Un equipo plagado de juveniles, que jugaron hace poco más de 24 horas en Reserva, saldrá al campo de juego para enfrentar a Banfield y defender el prestigio de la camiseta que une a millones de personas en el mundo.

Luego de los insólitos fallos arbitrales que privaron al club de seguir en la Copa Libertadores y del flojo manejo de situaciones por parte de quienes debería aportar un poco más de claridad en estos tiempos, el cuadro de la Ribera tomó una decisión que representa el espíritu de la institución: jugar igual, con lo que haya a disposición.

Sebastián Battaglia y Juan Krupoviesa, dos que supieron alcanzar la gloria como jugadores boquenses, estarán en el banco de suplentes para guiar a quienes se juegan más que un partido. El sueño de muchos juveniles que la vienen peleando hace tiempo está a punto de cumplirse, por eso la experiencia que llegue desde afuera será más que importante para lo que ocurra adentro.

Profesionalismo, actitud, entrega, compromiso, buen juego y amor propio por los colores. Pase lo que pase esta noche en el estadio Florencio Sola, el reconocimiento para quienes darán la cara irá más allá de un simple resultado. Las estrofas del himno hoy se escuchan más fuerte que nunca: Boca nunca teme luchar.