Un multicampeón con Boca recordó el consejo de Bianchi en un partido histórico. Mirá.


En la época dorada del club, muchos jugadores se acostumbraron a dar varias vueltas olímpicas y dentro de este grupo selecto se encuentra Pablo Ledesma, quien contó con dos etapas en el club y obtuvo nueve títulos con la camiseta azul y oro.

Tras su llegada al club de la Ribera, su continuidad en el club comenzó a acrecentarse de la mano de Carlos Bianchi. El DT le brindó su confianza y una de las pruebas más concretas se dio en la semifinal de la Copa Libertadores 2004.

El “Virrey” apostó por el cordobés en la recordada definición por penales ante River en el Monumental y que culminó con final feliz para el club de la Ribera. El ex Catania y Colón de Santa Fe recordó aquella serie en una charla con Olé y algunos episodios particulares con el DT.

Previo al encuentro ante el clásico rival, el volante rememoró una charla con el exitoso entrenador:

“Me dijo: ‘Si tenés que tirar un caño, hacelo’. Fue lo mejor que me pudo haber dicho, en una instancia tan importante. Nunca me hizo vivir lo que estaba en juego en cuanto a la presión. Y me lo dejó claro: ‘De todos los que están en la cancha, el que menos obligación y responsabilidad tiene sos vos’. Ese mensaje, más la inocencia propia de mi edad, hizo que entrara tranquilo”.

El jugador de 36 años, atravesaba sus primeros pasos como profesional por ese entonces y fue uno de los encargados de patear los penales junto a otros juveniles como Pablo Álvarez y Franco Cángele. Alli, analizó:

“Mi propia inconsciencia me ayudó mucho. Si hoy me ponés en esa situación, me temblarían las piernas. Estaría asustado deportivamente hablando, ¿no? Fue el partido que más me marcó, el más trascendente. Por la atmósfera que había, los condimentos, la primera vez sin público visitante en un superclásico, lo cual era toda una novedad, el rival, la primera semifinal en la historia. Hoy me pongo a pensar y digo, qué situación”.

Por último, concluyó:

“Yo los clásicos siempre los jugué a full. Y ya de por sí me motivaba mucho tener la camiseta de River enfrente, le quería ganar dos veces. Después, el penal… Fue una situación que me presentó el fútbol, la vida. Nunca voy a saber qué hubiese pasado si seguía en ese equipo. Por suerte me tocó jugar en Boca, soy hincha del club y pude vivir ahí años espectaculares, increíbles, impensados”.