Boca le ganó 1-0 a Quilmes de forma merecida, gracias a un gol de Erbes en el complemento. Así, alcanzó los 23 puntos.

El partido comenzó con Boca, que tomó la iniciativa y generó varias ocasiones de gol, con Cristian Chávez como opción principal de desequilibrio. El Pochi se calzó pronto la responsabilidad de conductor, con mucha movilidad y tuvo sus chances, como la que le atajó Hernán Galíndez a los 17 minutos de la parte inicial.

Los ataques de Quilmes eran esporádicos y elegían el costado derecho de la defensa boquense, donde Ruíz no estuvo del todo firme, o sino por intermedio de algún remate de media distancia.

Los minutos pasaban y la tónica era igual: Boca dominador, generando chances pero no pudiendo concretarlas y casi sin pasar sobresaltos de mitad de cancha para atrás. Boca estaba más seguro y tranquilo con la pelota. Martín Palermo y Sergio Araujo también tuvieron posibilidades, pero chocaron con Galíndez.

En el segundo tiempo Quilmes se adelantó algunos metros y el Xeneize perdió el dominio del encuentro, aunque el Cervecero no generó demasiadas ocasiones. Los dirigidos por Roberto Pompei se arrimaron al gol por intermedio de Araujo.

Cuando el partido se complicaba, Palermo asistió a Gary Medel que apareció solo ante Galíndez, el chileno remató en una posición complicada, el portero dio un rebote largo y con el arquero vencido Cristian Erbes tiró desde algunos metros afuera del área y puso el 1-0, que en el balance de lo hecho en el encuentro era merecido.

El partido siguió siendo parejo en su parte complementaria, con Boca un poco mejor de mitad de cancha hacia adelante, pero sin poder lograr tranquilidad en el resultado. De todas maneras, sufriendo únicamente por la mínima diferencia, la victoria fue absolutamente justa. El azul y oro fue más que su rival y así se tomó una buena cerveza y volvió a la alegría.