Agustín Rossi fue uno de los grandes responsables de que Boca esté clasificado a una nueva final. El arquero se lució ante Argentinos Juniors en Mendoza, mantuvo el arco en cero, le tapó un mano a mano a Nicolás Reniero y alcanzó una marca que llama la atención.

Las estadísticas publicadas por Silvio Maverino en El Gráfico demuestran que el futbolista de 26 años puede alternar buenas y malas, como cualquiera, pero tiene grandes condiciones para defender el arquero del cuadro más popular de la Argentina.

De los últimos seis cruces mano a mano que tuvo Boca con Rossi bajo los tres palos, en ninguno de ellos recibió goles: la semifinal de la Copa de la Liga ante Racing, los dos partidos ante Mineiro, los octavos vs. River en La Plata, la semi frente a Patronato y el reciente encuentro ante Argentinos en Mendoza.

“El grupo se lo merecía, venimos comiendo mucha mierda. Se lo dedicó a mi familia, que no pasó una buena semana después del partido contra Gimnasia”, dijo el 1 xeneize que sueña con obtener un título más con la azul y oro. En un mes, la gran chance de seguir escribiendo la historia.