Boca Juniors igualó 2-2 ante Arsenal en Sarandí y extendió el invicto a 28 partidos. Walter Erviti y Cristian Chávez anotaron para el Xeneize.

En un partido chato, pero con bastante ida y vuelta, ambos elencos intentaron romper el cero a través de remates de media distancia, pero en todos los casos no tuvieron la mejor dirección.

Leandro Somoza y Diego Rivero fueron los que probaron desde afuera en el Xeneize, mientras que Mauro Óbolo hizo lo propio para los dueños de casa. Los arqueros, espectadores de lujo del encuentro.

Cuando quedaban cinco minutos para el cierre de la primera etapa, Boca generó la mejor jugada colectiva del partido y encontró en ella el gol. Luego de recibir de Cristian Chávez, Somoza le puso un gran pase entre líneas a Walter Erviti, que definió de manera exquisita ante la salida de Cristian Campestrini.

El elenco local dispuso de la chance más clara a través de un tiro libre ejecutado por Juan Pablo Caffa, pero encontró una buena respuesta de Agustín Orion, que envió el balón al córner.

En los primeros nueve minutos del complemento, Boca cometió todos los errores que no había evidenciado a lo largo del campeonato y Arsenal los aprovechó. Primero, tras un pique en el área, Guillermo Burdisso metió la cabeza e igualó el marcador; luego, un remate débil de Óbolo le causó suficientes problemas a Orion, que se molestó con Schiavi y no pudo evitar el 2-1.

Con este panorama adverso, el campeón, herido en su orgullo, salió en busca del empate. A los 18, Matías Caruzzo lo tuvo de cabeza, pero la pelota salió por encima del ángulo izquierdo. Era la primera insinuación de los dirigidos por Falcioni.

El Xeneize continuó inclinando la cancha, esta vez por el sector izquierdo. Pablo Mouche desbordó y centró para Chávez, que se lanzó de palomita al gol, pero encontró una excelente tapada de Campestrini. La suerte parecía no estar del lado de los de azul y amarillo.

Apenas cuatro minutos más tarde, el “Pochi” tuvo revancha. Desde el borde del área grande, ni bien recibió de Clemente, sacó un derechazo letal que dejó sin posibilidad de respuesta al arquero local.

Lejos de conformarse con eso, Boca tuvo una chance neta de gol para quedarse con los tres puntos. Chávez, nuevamente protagonista, asistió a Cvitanich, que quedó sin marca en el borde del área chica, ante la atenta mirada de Campestrini. El delantero no pudo direccionar su cabezazo, que se fue desviado. Con él, se fue la última gran chance del encuentro.

El elenco de la Ribera pagó demasiado caro las desatenciones, pero reaccionó a tiempo y se llevó un punto de Sarandí. Mantuvo el invicto de 28 partidos y alcanzó las cuarenta unidades. El broche de oro de este Apertura será el próximo domingo, en La Bombonera, ante All Boys.