Se cumplen 46 años de la tragedia en la Puerta 12 del Monumental, donde murieron 71 hinchas de Boca. Triste recuerdo de una tarde nefasta.

El 23 de junio de 1968, Boca y River igualaron sin goles en el Monumental, por el Torneo Metropolitano. La calma del olvidable empate se rompió tras las lamentables noticias que llegaban unos minutos después desde la zona baja y nada tenían que ver con la pelota.

Hubo una avalancha en la Puerta 12 del estadio (actual sector L de la tribuna Alta Centenario), donde salía la parcialidad de Boca, que dejó un saldo de 71 muertos por golpes y asfixia y otros tantos heridos.

Hasta el día de hoy existen tres versiones diferentes acerca de lo ocurrido: una asegura que las puertas de tijera del estadio estaban cerradas, la segunda apunta que los molinetes no habían sido retirados, mientras que otra expone que los hinchas fueron víctimas de la fuerte represión policial de la dictadura militar de Juan Carlos Onganía.

“No había puerta, no había molinetes, era la cana que pegaba con machetes”, fue el cantito que entonaron ambas hinchadas en el clásico siguiente. Los peritajes avalaron la hipótesis de las puertas cerradas y el juez ordenó la prisión preventiva de Américo Di Vietro y Marcelino Cabrera, intendente y capataz de River, respectivamente. Sin embargo, meses después ambos fueron sobreseídos, a pesar de la queja presentada por los damnificados ante la Corte Suprema.

Así, la investigación penal de la catástrofe más grande del fútbol argentino finalizó sin que se hallaran culpables. En marzo de 2008, a pedido de los familiares de las víctimas, se colocó una placa recordatoria en el lugar del hecho.

Es nuestra obligación mantener siempre latente lo ocurrido para no volver a sufrir una tragedia de esta magnitud. A no olvidar y que no se repita nunca más.