A pesar de su similar forma de jugar, el Titán y el pibe se complementaron mejor y se entendieron más que otras veces.

Boca igualó 1-1 con Godoy Cruz. Los dos hombres de ataque elegidos por Claudio Borghi para afrontar el enfrentamiento de la primera jornada fueron Martín Palermo y Lucas Viatri. Futbolistas que, cuando no coincidieron en cancha, le han dado buenos resultados al conjunto Xeneize, pero que cuando les tocó compartir el campo de juego no se supieron entender del todo bien.

Ambos son goleadores y tanto el Loco como Viatri tienen características similares. El hábitat natural de los dos es el área y tienden a esperar agazapados en la zona de peligro por su ocasión, que no son de desaprovechar.

Muchas veces que jugaron juntos se chocaron, se molestaron y solían estacionarse en el centro cuando era necesario que algunos se tire atrás y a los costados para colaborar con el equipo, hacer que la dupla fuera más productiva y evitar que quedara tan desconectada y alejada del resto.

En el cotejo de anoche la cuestión fue diferente. Rotaron, aunque fue Viatri quien más se tiró a los costados, pero los roles estuvieron más claros y eso los favoreció para asociarse y tener sus buenas ocasiones, que de hecho el pibe supo aprovechar a los 20 minutos del primer tiempo. Movedizos y generosos con el conjunto, cada cual aportó lo suyo.

Veremos cuál es la idea de Borghi cuando ya esté disponible Pablo Mouche, pero la dupla entre Palermo y Viatri en Mendoza mostró mejoras respecto de tiempos anteriores.