El ex delantero de Boca señaló que miró todos los partidos de la fecha pero no pudo ver el del Xeneize porque “la sensación de no verme adentro es muy difícil”.

El máximo goleador de la historia de Boca, Martín Palermo, encara uno de los momentos más complicados en la vida de un deportista: el día después. Ya alejado definitivamente de la práctica profesional, el 9 habló con Télam y manifestó que la pasó mal cuando su ex equipo se enfrentó a Olimpo el domingo pasado: “Todavía me cuesta ver a Boca sin mi presencia en la cancha. Los otros partidos los vi sin inconvenientes pero el de Boca no pude”.

El 9 explicó que no pudo ver el partido porque no logra aceptar que no esté jugando:

“No entiendo bien por qué y quiero trabajarlo porque estoy seguro de que no tengo ansiedad, ni extraño, ni me siento mal, ni tengo la necesidad de volver a la rutina de entrenar, concentrar y sin embargo no puedo ver a Boca. Los otros partidos los vi sin inconvenientes. El de Boca no pude. Es un tema que voy a plantear con la psicóloga, lo hablaré con ella, porque llegó la hora y decidí no verlo porque la sensación de no verme adentro es muy difícil”.

Además explicó que mientras se jugaba el encuentro, no estuvo tranquilo:

“Yo sabía que esas dos horas algo estaba pasando. Estaba en mi casa con mi familia y no paraba, iba y venía, ponía el partido, miraba el resultado y apagaba la televisión. Es muy difícil, es lo único que hoy me cuesta digerir, pero no me deprimí.Cuando terminó el partido fue como un alivio”.

Por otra parte se refirió a lo que fue el descenso de River:

“Viví un descenso como jugador con Estudiantes y sé lo que significa. Es muy duro el sufrimiento y más estando en un club grande como River. Desde el folclore, por lo vivido en Boca, lo disfruté como cualquier hincha. Como jugador no quería que River se fuera a la B, pero como hincha de Boca lo disfruté”.

Palermo opinó que la solución es bajar las tensiones:

“Habría que descomprimir, asumir el tema de ir a la cancha, tomar el deporte como un espectáculo, más allá de la pasión con la que se vive el fútbol en el país. Acá todo es muy extremista y lo único que importa son los resultados, o los campeonatos conseguidos.El jugador sabe de las exigencias que existen pero se llegó a un punto que lo que se transmite, sobre todo del periodismo, hace que el hincha lleve todo a un extremo perjudicial que implica no dar tiempo de trabajo o la posibilidad a un técnico o un plantel de llevar a cabo un proyecto”.

También agregó que la gente ve los partidos de un modo muy extremo:

“El hincha lo vive con mucha pasión pero no se da el lugar para disfrutar de un espectáculo, lo lleva al dramatismo. En la cancha te das cuenta de que el hincha lo único que está esperando es insultar, no el aplauso, el reconocimiento. Están esperando que uno haga una jugada mal para putear y descargar la bronca”.

Finalmente, el Loco se refirió al mal rendimiento de Argentina en la Copa América:

“Creo que la Copa América hubiera sido esa segunda oportunidad que necesitaba (Maradona). Se le tendría que haber dado una más. Si en ocho meses de trabajo a un DT de la Selección se lo echó de esa manera no lo creo justo. Más a un director técnico del seleccionado y más teniendo en cuenta que ahora vienen las eliminatorias y se le podía haber dado una nueva oportunidad”.