Boca cayó por 3-0 ante Tigre y sigue sin encontrar rumbo en el Clausura 2010.

El partido comenzó trabado, aburrido, ambos conjuntos se prestaban la pelota. Nadie insinuaba nada bueno.

A los 10 minutos, tras una pérdida a la salida de un lateral y la mala marca de los centrales, Luna le pegó cruzado y venció a García. No podía empezar peor el partido para los de Alves.

Riquelme tuvo la chance de igualar el marcador en un mano a mano ante Islas pero no pudo. El enganche amagó y luego la picó por encima del arquero, que llegó a manotearla y Leyes terminó sacando al córner.

Boca tenía la pelota y Tigre más replegado, avisaba de contra aprovechando la velocidad y el oportunismo de sus delanteros. El arquero Xeneize se encargó una y otra vez de ahogarle el grito a los Matadores.

La visita tuvo dos chances desde afuera: la primera, en los pies de Cristian Erbes, que salió pegada al palo derecho; la segunda, un remate de zurda de Román, que pasó por encima del travesaño.

Cuando se estaba por terminar el primer tiempo, Luiz Alberto perdió una pelota de forma inocente en defensa y los de Alves volvieron a pagarlo caro. Centro preciso de Blanco para Luna que, de palomita, marcó el 2-0.

El complemento fue más de lo mismo. Boca comenzó con una jugada de Monzón, que remató desde media distancia pero se fue desviado. Tigre no inquietó demasiado, pero le alcanzó con una contra para poner sobre la mesa todos los horrores defensivos del Xeneize. Luna, nuevamente, fue el autor del gol, que fusiló a García.

La única de los visitantes estuvo en los pies de Viatri, que ingresó por Chávez. El delantero tuvo dos remates consecutivos y ambos dieron en los palos.

El presente es malo y la suerte le es esquiva a este conjunto que anda a la deriva. Cada ataque rival es una daga para Boca, que se convirtió en el equipo más goleado del torneo.

Para peor, se viene River. La hinchada dejó en claro que “el domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”…