Boca jugó muy mal y perdió con Racing en la Bombonera. Empezó ganando por un gol de Viatri, pero lo igualó Yacob en una acción polémica y lo dio vuelta Cáceres.

Boca salió con la intención de manejar la pelota y no regalarla. Racing, por su parte, esperaba y comenzaba a presionar en su campo. Damián Escudero trató de convertirse en el conductor y a los cuatro minutos tuvo su ocasión con un remate de afuera que salió alto.

A los dos les faltaba claridad y si bien las mayores intenciones de atacar fueron del conjunto de Claudio Borghi, no tuvo profundidad.  El rival, mientras tanto, sólo intentaba con tiros desde muy lejos que no significaban demasiados inconvenientes para Cristian Lucchetti.

Hasta que a los diez minutos, Jesús Méndez armó una muy buena jugada, tocó con Lucas Viatri, el delantero se la devolvió, el ex Central tiró el centro, la pelota pasó a Martín Palermo pero le quedo a Clemente Rodríguez y el Pelado, que vuelve a Boca esta tarde, devolvió el balón al corazón del área para Viatri, que cabeceó y la metió. Un golazo Xeneize tras una gran jugada colectiva.

El local reemplazó alguna imprecisión en el dominio del balón con garra y todos pelaron cada pelota como si fuera la última. De todas maneras, poco a poco el control del partido que tuvo Boca en algún momento del encuentro se fue diluyendo y eso le dio más posibilidades de arrimarse al huésped. El jugador más peligroso del elenco de la Ribera fue Escudero durante la primera media hora.

Giovanni Moreno se convirtió en el más complicado de marcar para los comandados tácticamente por Borghi  y tras una falta sobre él de Gary Medel, llegó el centro al área y Claudio Yacob, en offside (además los jugadores reclamaron mano), empató el encuentro, en lo que fue la primera acción realmente clara para la Academia. Boca, por culpa de un error arbitral pero también de fallas en la marca, igualaba 1-1.

El trámite del partido siguió siendo aburrido y parejo, sin un dueño claro de las acciones y nadie que logre sacar del letargo al juego. Así, en medio de la mediocridad, se acabó una parte inicial que dejó muchas cosas por mejorar.

Boca arrancó dormido el segundo tiempo. Sobre los cuatro minutos, fallaron todos, Clemente no la despejó como debía y Marcos Cáceres, quien debió ser expulsado por una fuerte falta sobre Viatri en la primera parte, fusiló a Lucchetti que nada tuvo que hacer. Un valdazo de agua fría para el Xeneize.

Iban nueve minutos cuando Borghi buscó, con el ingreso de Marcelo Cañete por Méndez, buscó más velocidad y profundidad arriba. El joven se paró como enganche, Escudero pasó a la izquierda y Rodríguez a la derecha.

Lo más claro que tuvo Boca en el primer cuarto de hora del complemento fue un cabezazo de Matías Caruzzo tras un tiro de esquina que mandó al área Cañete. El dueño de casa no tenía respuestas.

El azul y oro era todo pelotazos, nada claro, el cambio no daba resultados y era difícil tener el balón. El DT trató armar un equipo más ofensivo, por lo que dispuso el ingreso de Pablo Mouche y la salida de Escudero. Racing no se descuidó atrás, dio pocos espacios y los que podía haber el local no supo encontrarlos.

Mouche no cumplió con lo que Borghi quería. Sus intentos fueron muy tibios y estuvo siempre muy bien marcado, un asedio que no supo vencer. Eso motivó la salida de Viatri, el mejor de Boca, y el ingreso del juvenil Sergio Araujo.

El Xeneize iba sin claridad y con lo que podía al ataque, dejaba espacios atrás y Racing estaba más cerca del tercero que la formación de la Ribera del empate.

Así fue como un muy mal rendimiento de Boca llevó a una derrota merecida. El azul y oro continúo con viejas penas de torneos anteriores y tiene muchísimo por mejorar si quiere pelear cosas importantes, porque así no va a ningún lado.