El arquero se mostró dolido por los silbidos recibidos en La Bombonera el domingo pasado, luego de un error que le dio el empate a Banfield.

Boca ganaba 1-0, con gol de Colazo. Si bien Banfield se le venía, con centros al medio del área que eran fuertes punzadas para la zaga central, aún tenía el control del partido y del resultado.

En uno de esos tantos centros que tiró Bustamante el domingo, el Laucha salió confiado a descolgar la pelota. Pero se encontró con un Ferreyra que buscó el gol todo el tiempo, y que lo encontró ganándole de arriba al arquero de Boca.

Rápidamente, la hinchada de Boca mostró su calentura y silbó a Lucchetti, quien no cree que haya sido un error personal y que insiste en que fue falta cometida por el delantero del Taladro:

“Yo siempre soy autocrítico y soy el primero que reconoce cuando se equivoca. Me dijeron que en la tele habían dicho que no había sido falta, pero si te cabecean la pelota cuando ya la tenés en la mano, es falta”.

“Es el segundo garrón que me como con el tema de los silbidos y todo eso. No me molestan, pero la verdad que me duelen porque uno siempre quiere hacer las cosas bien, más allá de los errores que pueda cometer”

Y esto no queda acá, porque el error le puede costar demasiado caro al arquero. La dirigencia de Boca ya no lo banca como antes. Los partidos en los que se ganó la confianza y el respaldo de los dirigentes, ya son cosa del pasado, luego de repetidos errores (contra Quilmes y Arsenal, por citar ejemplos).

Boca quiere un arquero que le de garantías de una valla bien asegurada, y eso no lo ve en Lucchetti. ¿Y García? La cuestión actitudinal lo aleja del arco xeneize y lo sitúa en situación de préstamo a otro club. ¿Posibles reemplazantes? Broun, de Central; Assman, quien no tiene espacio en el Rojo y Andujar, ex Estudiantes.