En diálogo con Espn Radio, Cristian Lucchetti habló de su presente, del equipo y lo difícil que es vivir en el Mundo Boca.

Como en casi todas las entrevistas que dio en los últimos tiempos, el arquero xeneize, a préstamo por parte de Banfield, expresó su deseo de que Boca le compre el pase:

“Hace cuatro meses, se hablada de que yo no seguía en el club y ahora dicen que tengo el contrato renovado”.

“Este año, sumando amistosos, jugué once partidos que fueron fundamentales para mí y mi continuidad en Boca”.

“Si nos vamos a llevar por los resultados, ganamos siete, empatamos tres y perdimos uno. Están a la vista. Si quieren ver otra cosa, ahí son decisiones de los dirigentes o del cuerpo técnico ver si me quedo o no”.

Sobre Javi García, quien manifestó sus ganas de jugar y no poder hacerlo porque hoy está en el banco de suplentes, mencionó:

“Es lógico que todas queramos jugar. En todo plantel, el jugador tiene que tener ganas de jugar siempre. Pero son decisiones del técnico, él decide quién entra y quien sale”.

“Es un compañero más, no tengo ni una buena relación ni una mala”.

“En un plantel de 30 jugadores sos amigo de tres o cuatro, con el resto es una relación normal, como pasa en cualquier trabajo”.

Por otra parte, analizó el presente del equipo:

“Nosotros hemos jugado tanto buenos partidos como malos con un enganche. También hemos jugados malos y buenos utilizando el 4-4-2. Creo que no depende tanto del sistema, sino mucho más de nosotros, de nuestras individualidades, y de las facilidades que nos dé el rival para desequilibrar”.

“Hay que tratar de terminar bien este torneo y olvidarse de los puntos perdidos”.

También defendió a su amigo Walter Erviti, quien llegó a Boca a cambio de mucho dinero y hasta ahora no pudo demostrar lo que sí hizo en Banfield:

“Yo lo conozco a Walter pero lo que pasa acá es que los tiempos no existen. Hay que aprender a vivir el día a día, en una jugada sos un desastre o un fenómeno”.

“Él es un crack, no tiene que demostrar nada. En Banfield el primer semestre también le costó y miren lo que hizo en los últimos dos años. Es una cuestión de adaptación, nada más”.

“Es un club en el que tenés que medir todo lo que hacés. Boca es como un reality show y creo que en un algún momento llegué a estar nominado, je”.

Por último, no quiso opinar en cuanto a la polémica instaurada, desde hace un rato largo, con Juan Pablo Carrizo:

“Prefiero hablar poco. En Boca, si uno dice lo que piensa termina siendo tapa de todos los diarios”.

“Creo que cada uno tiene una manera distinta de opinar y para hacerlo sobre eso, tengo que haber vivido algo así. No quiero ponerme el casete”.