La Bombonera se dividió en los cánticos ante San Lorenzo: algunos les pidieron actitud a los jugadores y otros sólo gritaron por Boca. El hincha, ¿tampoco encuentra el rumbo?

El equipo no contagia. No gana. No tiene identidad de juego. No invita al hincha a que vaya con una sonrisa a la cancha, pensando que todo va a salir bien. Así está Boca Juniors hoy en día y la mano parece venir torcida hace rato.

Sin embargo, ellos están ahí. ¿Quiénes? Los miles de fanáticos que domingo por medio copan las tribunas de la mítica Bombonera para regar la planta de la ilusión. ¿Y qué les devuelven los jugadores a cambio del aliento? Nada. Hace un año y medio que no pasa nada bueno, salvo algún que otro triunfo a River y algunas epopeyas en la Copa Libertadores del 2013.

Entonces, ¿no llegó la hora de que los once tipos que se visten de azul y amarillo se den cuenta dónde están? Yo creo que sí. Boca está a tiempo de pegar un volantazo para no sufrir en el futuro, como les pasó a otros equipos grandes del fútbol argentino. Pero los dirigentes siguen contratando jugadores que no están a la altura de esta camiseta; el técnico más ganador de la historia del club (que para mí debe seguir) no encuentra el rumbo y Riquelme, el máximo ídolo, juega cuando su físico se lo permite. Quizá sería injusto pedirle un poco más.

Por eso, sostengo que el grito que sonó ayer ante San Lorenzo, y que dividió al Alberto J. Armando, estuvo bien. No me detengo en pensar de dónde vino y quién inició el cántico porque es lo que menos me interesa. Sólo pienso en Boca, porque ante todo está el club, el escudo, los colores y la camiseta.

En la década de los 80, cuando no existían las buenas, el “a ver, a ver, los jugadores si pueden oír” sonaba fecha tras fecha. Hoy, que la situación no es tan grave, es momento de tomar conciencia y darse cuenta que el famoso “con la camiseta de Boca, ganar o morir” no es un insulto. Porque en este club no se putea, se alienta. Y nada mejor que hacerlo con un grito que sale del alma, del corazón y que sólo pide lo que se necesita para jugar en Boca: ACTITUD.

El club necesita que la gente, que es la principal pata de esta mesa, esté unida. Por eso, como dirían Los Redondos: “Los ojos ciegos bien abiertos”.