Regular, sólido en defensa y con la personalidad justa para llevar la cinta de capitán. Un breve balance sobre su estadía en el Xeneize.

El partido contra The Strongest no solo marcó la clasificación de Boca a octavos de final de la Libertadores, sino también significó algo muy importante para Carlos Izquierdoz: Cali llegó a los 100 partidos con la camiseta del Xeneize y, como si fuera poco, ayudó otra vez a mantener el arco en cero.

Con la personalidad justa para afrontar todo tipo de momentos, los buenos y los malos, el zaguero central se ganó el cariño del público y el respeto de sus compañeros a base de trabajo y sacrificio. Además, supo soportar las críticas, bancó en épocas de turbulencia y demostró profesionalismo absoluto en las victorias, algo que no todos los líderes hacen.

El elogio de Juan Román Riquelme, tras la eliminación a River en la Copa de la Liga, lo pinta de cuerpo entero. El club quiere tenerlo por varios años más y, salvo que ocurra algún imprevisto, así será: “Es un profesional increíble, un gran ejemplo para los más chicos”.

Para triunfar en la Primera de Boca no solo alcanza con ser habilidoso o marcar goles en partidos trascendentales: hay veces que el laburo silencioso termina haciendo todo el ruido. Por más Izquierdoz dentro de la institución.