“Son chicos, hay que llevarlos de a poco”, parece ser el discurso. Cuando un juvenil aparece en la Primera de Boca y muestra condiciones debe pagar un largo derecho de piso para ganarse un lugar en el equipo. No alcanza con una seguidilla de partidos buenos: si el DNI así lo marca, deberás volver a esperar por un lugar desde el banco de suplentes.

El problema no es la exigencia que se tiene para con los juveniles, quienes están dando sus primeros pasos y se les debe enseñar cómo hacer las cosas. Por su bien y el del club. Pero la cosa de complica cuando se los mide siempre con una vara distinta. ¿Por qué un juvenil debe hacer el triple para ser considerado titular?

Hay que llevarlos de a poco, sí.  ¿Pero tan de a poco? En el primer semestre del año 2021, las bajas obligaron a que Alan Varela se haga cargo del mediocampo de Boca. Y lo hizo espectacular: con solo 19 años, el oriundo de Isidro Casanova sorprendió a propios y extraños con su técnica, despliegue y personalidad para ocupar la posición.

Con el mercado de pases del invierno llegó un Esteban Rolón que se sacó solo del equipo a los pocos partidos y luego ese puesto volvió a ser de Jorman Campuzano. Desde entonces, Alan solamente sumó un puñado de minutos en los que se lo notó falto de ritmo y confianza. Hace algunos días recibió una sanción por indisciplina y bajó a entrenar con la Reserva. El juvenil ya cumplió con su suspensión y volvió a la Primera.

Otro caso similar es el de Agustín Sandez (21). El defensor se hizo cargo del lateral izquierdo ante la ausencia de Frank Fabra y cumplió con creces. Completó una correctísima actuación en la serie ante Atlético Mineiro por Copa Libertadores y en la eliminación a River por Copa Argentina.

En el comienzo de la era Battaglia mostró todo su repertorio: sorprendió con sus centros punzantes, su inteligencia para pasar al ataque y su fortaleza defensiva. En su mejor momento, volvió al banco de suplentes y no había vuelto a jugar hasta el último domingo, donde se lo notó falto confianza y perdió la marca en el gol de Huracán.

Luis Vázquez (20) es el máximo goleador de la era Battaglia con nueve goles. Ante la baja de Darío Benedetto, la lógica era que el 38 salga desde el arranque. Pero el DT priorizó a Nicolás Orsini y debió poner de urgencia al juvenil en el segundo tiempo, quien estalló un tiro en el travesaño y casi le da el empate ante Huracán.

Exequiel Zeballos (19) cerró el 2021 con un partidazo ante Central Córdoba en la Bombonera y un gol ante el Barcelona de Xavi. Fue la gran figura de Boca en el verano del 2022 y todo parecía indicar que era su momento. Sin embargo, comenzó la temporada y debió esperar por un lugar en el banco de suplentes. Ante Huracán, demostró tener más rebeldía que nadie para dar vuelta la mano cuando viene torcida.

Ahora decidirá el DT si elige medirse por los méritos o por el DNI de cara al partido ante Estudiantes de La Plata y el próximo Superclásico contra River. Aaron Molinas, Alan Varela, Exequiel Zeballos, Luis Vázquez, Agustín Sandez, Marcelo Weigandt y Cristian Medina, entre otros, ya demostraron que tienen nivel y personalidad para ponerse la de Boca. Hay que llevarlos de a poco, sí. Pero hay que respetarlos: basta de quemar a los pibes.