El cordobés fue una de las grandes figuras.

Maroni la rompió en Córdoba y quiere ganarse un lugar.

El amistoso de Boca ante Talleres, en Córdoba, dejó una certeza: Gonzalo Maroni debe tener más minutos en la Primera de Boca.

El juvenil surgido de Instituto demostró que la azul y oro no le pesa. Jugó un gran partido, fue el conductor de Boca y le dejó en claro al entrenador que, pese a jugar poco, está a la altura del bicampeón. Todas las jugadas de peligro llegaron desde sus pies y hasta tuvo una gran chance de convertir.

Sumando apenas un puñado de partidos en el lomo, el número 20 pide pista. Con algunos rendimientos bajos podría ganarse un lugar, por lo menos, ingresando desde el banco en el complemento. ¿Será el segundo semestre el momento para aprovechar?